No hay orcos, cancerberos ni dragones terribles, tampoco hay princesas que quieran ser salvadas, ni reyes benévolos, ni caballeros andantes, lo que hay en “ Matarratas ” (Océano, Gran Travesía) la nueva novela de Antonio Ortuño (Zapopan, Jalisco, 1976) es una historia de aventuras para jóvenes, que encuentra sus bases en la realidad violenta que vivimos y que tiene como protagonista a una antiheroína con más astucia que fuerza que la mueve el deseo tan humano de sobrevivir.
“’Matarratas’ en sí está un poco en mi cabeza desde mi adolescencia, porque quería un personaje que fuera distinto a los héroes de ‘El señor de los Anillos’ o a Conan El Bárbaro o a muchos de estos personajes nobles, fuertes, hiper masculinos. ‘Matarratas’, es una chica jovencita, flaca, más bien hábil, que de muchos pleitos huye porque sabe que no tiene oportunidad y que es más bien astuta que fuerte”, asegura Ortuño, el escritor que regresar a la novela juvenil con esta historia.
Esta antiheroína que vive de matar, en un tiempo en el que hay imperios, esbirros, sectas de devoradores, luchas de poder, corrupción política y una realidad violenta que ocurre en Ciudad del Lago, el universo imaginado por Antonio Ortuño cuenta una historia de aventuras en busca de la justicia, el poder y el instituto de supervivencia.
“Hay cierta literatura de imaginación, sobre todo la más industrial, la que se expende sencillamente para vender libros y dar clicks que es pura evasión, en donde las realidades y los conflictos pareciera no existir, sociedades perfectas en las que los personajes tienen a lo mejor algún reto, algún peligro pero suelen ser cosas sobrenaturales y no se relacionan con este tipo oscuridades de la naturaleza humana, pero a mí me agrada y me interesa más la literatura de imaginación que si se relaciona y reformula esa realidad pero no es ajena”, afirma el narrador a EL UNIVERSAL .
El autor de “El buscador de cabezas”, “Recursos humanos”, “Ánima”, “La fila india”, “Méjico” y “Olinka” asegura que su interés con estos libros es poderse acercar a los temas de la realidad contemporánea pero desde otros espacios, con otro lenguaje y con otros códigos, mediante el uso de la imaginación y poder tener ciertos espacios de libertad creativa.
“No jugar exclusivamente la carta del realismo y tener qué decir: la historia ocurre en la colonia Doctores de la Ciudad de México o en Zapopan, Jalisco o en Guanajuato, sino acercarse a estas zonas oscuras de la experiencia humana pero desde otras claves, en este caso de una novela de aventuras y de imaginación”, afirma el escritor que comenzó como periodista y editor.
En “Matarratas” hay muchas cosas que están en el juego de la creación de esa historia protagonizada por una chica que se contrata para asesinar, una inmigrante que sobrevive con su astucia, su agilidad y su habilidad con las espadas, y que es contratada por Agua para asesinar a un devorador, más monstruo por humano, que mató a su hermana, una jovencita como ella, cuyo único pecado fue gustarle al amo.
En esa aventura rumbo a cumplir la encomienda, “Matarratas” debe cuidar a Agua, y además ser acompañada por Clavo, un joven misterioso que oculta su verdadero pasado; ellos son habitantes de la Ciudad del Lago, que vivió una crisis de cambios de poderes, luchas de poder, corrupción, violencia, traiciones, miedos y culpas.
“’Matarratas’, que es una chica migrante, pobre, cuya familia fue asesinada y ella sobrevive de la mejor manera que puede, hay también toda una serie de historias entrecruzadas que tienen que ver con la migración, con el exilio, con la inestabilidad política y con la violencia”, afirma Antonio Ortuño, quien agrega que son muchas las ideas fundamentales que están detrás de la escritura de esta novela juvenil.
“Jugar con esos dos espacios inmensos y que no siempre se relacionan en la literatura, que son la observación de la realidad, del entorno de la vida que todos podemos percibir a nuestro alrededor, con todas esas zonas oscuras y con esos problemas a veces espantosos que vemos que ocurren en la sociedad en la que vivimos, y por otro lado el campo de la imaginación, el campo de la libre creación en la que uno puede jugar con el tiempo, con el espacio y con la historia, son dos factores centrales que están en ‘Matarratas’”, dice Ortuño.
En la nueva novela del escritor que ha sido reconocido con el Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero y el Premio Bellas Artes de Cuento Hispanoamericano Nellie Campobello , cuyas obras se han traducido a más de una docena de lenguas, tiene además la presencia del amo que es un devorador y que es una especie de monstruo.
“Pero no es un monstruo sobrenatural, como un dragón o un cancerbero o un orco, sino sencillamente un tipo poderoso que hace lo que le da la gana y que puede desaparecer cuerpos y comérselos si quiere, que se comporta como un monstruo, uno de los monstruos tradicionales de estas historias pero que es una persona, no es algo mágico ni nada por el estilo”, afirma Antonio Ortuño, quien acaba de publicar esta novela que quiso escribir desde la adolescencia.
“Es el libro que hubiera querido leer el chamaco que yo era a los 13 años, y por eso lo escribí pensando en otras chamacas y chamacos de esas edades, o gente mayor como soy yo ahora, a quienes les gustan estas historias. Es una novela cortita, ágil, de aventuras, de acción, además la edición quedó magnífica. Me chifla completamente este libro”, concluye Antonio Ortuño.
El libro
Matarratas es publicada por Océano, Gran Travesía.
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