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Confabulario examina el fenómeno del plagio académico. Las revelaciones de plagio son la punta del iceberg de un sistema corrompido, documentamos cómo estos episodios revelan que no sólo el plagiario es culpable del daño a las Universidades, sino que es una cadena de responsabilidades y errores.
Cuando alguien se titula con una tesis plagiada, se encarna la falla de varios filtros en el proceso: los asesores, los sinodales, los dictaminadores, la institución. El plagio muestra una red de simulación, en la que participan alumnos, profesores y autoridades.
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Aunque públicamente se condena el plagio, en la práctica se le condona con facilidad. Las autoridades optan por no agitar el barco, hasta que el secreto a voces se convirtió en olvido generalizado, en una montaña de errores: preferible proteger reputaciones que corregir el rumbo de la institución.
El plagio en las universidades ocurre por la falta de mecanismos adecuados para lidiar con el problema; pero también es grave la tendencia a darle carpetazo a los incidentes cuando éstos se tornan bochornosos y alcanzan la esfera política y pública del país.
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