Durante décadas, Vijay Kumar Sanghwan pintó enormes carteles que anunciaban películas de Bollywood por toda Nueva Delhi , una tradición que murió al entrar el siglo XXI con la era digital, pero que logró rescatar con pinturas personalizadas para clientes que quieren verse como las superestrellas.
En un rincón de la zona vieja de la capital, Sanghwan remata un retrato para un cliente de una embajada a la sombra de un toldo hecho de gigantes pancartas de películas del cine indio.
Una decena de botes de pintura sobre una mesa improvisada, un puñado de pinceles de diferentes grosores y una simple tabla de madera que aguanta con clavos el lienzo dan un toque artístico a un patio de otro modo aparentemente abandonado.
Esto es lo que queda del Estudio Jain, con cerca de 60 años de vida, donde durante décadas un gran número de trabajadores se afanaban de la mañana a la noche en dibujar los rostros de villanos, héroes y damas en apuros.
Vijay Kumar Sanghwan, rememora algunos de sus antiguos trabajos en los que convierte a sus clientes en estrellas de Bollywood. Foto: EFE/ Atul Vohra
"Toda la gente importante como actores, directores, productores, solían entrar aquí normalmente y analizar el trabajo", afirmó el pintor a Efe.
Cuando tenía 13 años, Sanghwan dejó de lado a regañadientes las cometas y las carreras de palomas para aprender el oficio que ya hacía su hermano Ranjeet y en los años 80, concretamente cuando se estrenaba el filme "Sadma", se unió a las filas del Estudio Jain.
En aquella época, hacían cerca de medio centenar de enormes pósters de cada película para los distribuidores y el artista asegura que participó en la creación de anuncios para éxitos de taquilla como "Raziya Sultan", "Sharabi" o "Inqalab".
"El trabajo se paró lentamente, no de manera inmediata. Grandes pósters (hechos digitalmente) comenzaron a aparecer en el sur de la India, se puede decir que entre 2003 y 2005, pero se acabó de verdad en 2008", explicó Sanghwan.
Cuando hicieron su debut a principios del siglo XXI, estas pancartas impresas eran "muy caras", por lo que no todo el mundo se las podía permitir.
Sin embargo, en cuestión de un par de años la digitalización se ganó el mercado de calle, con "Dilwale Dulahniya Le Jayenge", de la superestrella de Bollywood Shahrukh Khan, marcando el inicio de una nueva era.
Casi tres años pasaron sin que Sanghwan tomara un pincel.
Pero allá por 2012, dos francesas, Deb y Jenny, le dieron la oportunidad de reinventarse cuando lo buscaron para encargarle unos pósters "estilo Bollywood".
El boca a boca hizo el resto y pronto comenzó a recibir correos electrónicos y llamadas de extranjeros y embajadas que querían verse retratados en esta peculiar forma.
"Este trabajo se ha quedado antiguo, su demanda será menor, porque la gente de aquí no lo valora, pero la gente de fuera sí lo hace", comentó optimista.
Los materiales han cambiado de los colores en polvo utilizados antiguamente, que los pintores convertían en una especie de pasta con sus propias manos, a las pinturas en bote de hoy en día.
Pero la esencia de estos cuadros, cuyo precio varía dependiendo del tamaño y las preferencias del cliente y oscila entre las 30 mil rupias (440 dólares) a las 50 mil rupias (730 dólares), sigue siendo la misma.
El pintor reconoce que sobrevivir con este trabajo es duro, pero tiene "fe" en poder mantenerlo "vivo".
Lo compara, de hecho, con el accidente del Titanic y recuerda cómo los pintores del Estudio Jain perdieron su trabajo, "se ahogaron de cierto modo". Algunos murieron, otros cayeron en una depresión y otros sufrieron todo tipo de problemas financieros.
"Me considero muy afortunado de que cuando el Titanic se estaba hundiendo alguna gente logró escapar con la ayuda de un barco. Soy el afortunado porque cogí el barco de manos de Deb y Jenny y logré una nueva plataforma a través de la que todavía estoy haciendo este trabajo", concluyó.
akc