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A la Secretaría de Cultura federal le faltó sensibilidad o le sobró audacia —si es que intentó desviar la atención— al presentar el día de ayer el programa cultural de la edición virtual de la Fiesta del Espíritu --el Festival Internacional Cerantino-- la misma mañana en la que Guanajuato amaneció con un escándalo por represión policiaca contra feministas que se manifestaron la tarde del sábado para denunciar acoso sexual y tocamientos contra una joven. Que mal timing de la institución que quizás tendría que decir por qué adelantó un día el anuncio del programa aun cuando el vocero de la dependencia había dicho el pasado jueves que la programación se daría a conocer hoy lunes. Incluso si así lo tenían previsto ¿no habría cabido un poquito de prudencia y no salir hablar de la Fiesta del Espíritu que se organiza con el gobierno de Guanajuato cuando se abrió un expediente para investigar la represión que sufrieron 29 mujeres, entre ellas cuatro reporteras, por parte de policías del gobierno de León?
Las cuentas claras para un mejor presupuesto en 2021
Hablando de la Secretaría de Cultura, entre las diferentes inquietudes en torno del proyecto Chapultepec han salido en redes sociales llamados a que se transparenten los recursos con que cuenta el sector. Artistas expresan que sería conveniente que la secretaria Alejandra Frausto explicara cuáles son las deficiencias presupuestales de la dependencia a su cargo y por qué no hay dinero para sostener recintos culturales —aunque sí lo hay para puentes en Chapultepec—. Las inquietudes son justificadas, sobre todo hacia el futuro: en unas semanas se conocerá el proyecto de Presupuesto para 2021, un año de mayor austeridad porque buena parte de los recursos estarán destinados al tema de las vacunas para prevenir el Covid-19. Nos cuentan que la situación no será sencilla. Ojalá no sea otro año de reasignaciones donde una vez más asistamos al cuestionable ejercicio de que los recursos para Cultura terminen pagando la obra pública de la CDMX.