En el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), alumnos y profesores intentan recuperar la vida académica trastocada por la designación irregular de José Antonio Romero Tellaeche como director hace un año, quien ha caracterizado su gestión por el escándalo de plagio en dos artículos de su autoría; acciones arbitrarias como despidos injustificados, acoso al personal, falta de becas, pagos a profesores y mantenimiento a las instalaciones, disminución de recursos básicos para el comedor; y por un importante recorte en el presupuesto anual.
Las problemáticas para la institución se acumulan. En el semestre en curso, debido a que no hay un secretario Académico, no se han realizado las Comisiones Académicas Evaluadoras (CADIS), procedimiento indispensable para la evaluación de los profesores asociados y profesores investigadores, que determina su permanencia como docentes en la institución.
La falta de un responsable que atienda esta área se da tras la renuncia de Jordy Micheli a ese cargo, y luego que la Comisión de Ética del CIDE —de la que fue parte Micheli— determinó que Romero Tellaeche sí cometió plagio en tres artículos de su autoría.
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Ante las presiones internas, Micheli renunció a la Secretaría Académica el 8 de septiembre pasado, y reconoció que su llegada a ese puesto se dio de forma irregular, que fue impuesto por el propio Romero Tellaeche.
Un día después de la salida de Micheli se designó al economista Saúl Mendoza como encargado interino del Despacho de la Secretaría Académica, sin embargo, el periodo de un nombramiento interino en la institución es solamente de 40 días, por lo que hoy no hay quien ocupe el puesto.
Voceros estudiantiles, que pidieron confidencialidad por temor a represalias, coinciden en que el nulo interés por parte de Romero Tellaeche de realizar las CADIS deriva del deseo de las autoridades de ”purgar” y reformar a la institución con profesorado afín a los ideales del gobierno en turno, ya que, afirman, la dirección actual ha encontrado resistencia por parte de diferentes grupos de profesores y de estudiantes.
Catherine Andrews, quien fuera secretaria Académica —destituida por Romero Tellaeche en sus primeras acciones como director—, afirmó que, a un año de la llegada de Romero, la sensación de incertidumbre y tensión sigue.
“Es cierto que ha habido represalias en contra de profesores y administrativos, me parece que Romero y la dirección no saben la problemática de no realizar las evaluaciones a profesores, no puedo decir que tengan una intención en particular, lo único que podemos hacer es especular que están buscando renovar a la plantilla de profesores”, expresó.
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Para los alumnos , la lucha por la libertad de pensamiento de la institución es una batalla que se mantiene vigente.
“A pesar de los ataques que ha hecho en las conferencias el presidente Andrés Manuel López Obrador, el CIDE es una institución de gran valor con capacidad de formar profesionistas; hace poco dos compañeros de primer semestre ganaron un certamen de debate, se prepararon solos, eso dice mucho de quiénes están estudiando aquí”, expresó un alumno de Derecho.
Otros alumnos entrevistados afirmaron que parte de los profesores pidieron año sabático, otros dejaron sus plazas y algunos cambiaron de trabajo o de institución para dar clase.
“De un momento a otro nuestros horarios comenzaron a modificarse porque los profesores comenzaron a irse; a pesar de que algunos días nos quedamos sin profesor de algunas materias, rápidamente trajeron a otros, la mayoría jóvenes”, comentó una alumna de quinto semestre de Economía.
Parte de los profesores que siguen en pie de lucha y han manifestado su descontento por las acciones autoritarias de Romero Tellaeche, no han recibido los pagos correspondientes a sus horas de clase.
“No tenemos un secretario académico, lo que impide que hagamos los procesos de evaluación que se necesitan para consolidar las contrataciones, además de todos los recortes presupuestales que dan miedo, no sabemos qué pasará mañana”, expresó un profesor.
Para otros profesores, la resistencia ante los golpes en el presupuesto y la falta de pagos es seguir dando clases de calidad y preparar a los estudiantes para enfrentar el futuro.
“Sabemos que es poco probable que la actual administración se vaya, simplemente porque a Romero lo impusieron desde arriba, lo único que podemos hacer es resistir, intentar dialogar con ellos, que sepan que aquí seguimos”, expresaron.
“No creo que a los alumnos les parezca indiferente que su director haya cometido plagio, así lo han demostrado; alumnos de primer semestre se manifestaron en la ceremonia de bienvenida, e incluso los que ya se van, hace pocos días protestaron en una ceremonia de graduación”, afirmó Catherine Andrews.
Otros temas, como el cambio de régimen fiscal, que coloca al CIDE como empresa privada, también preocupan a la comunidad. “Existe muy poca información por parte de las autoridades sobre el tema del régimen fiscal, no entendemos qué significa, lo único que nos dijo Romero es que seguiremos sin pagar la colegiatura que antes se pagaba, pero no sabemos qué pasará con los diplomados y cursos, no sabemos si mañana tendremos comida en el comedor”, agregó otro alumno.
Programas como Becas al extranjero también se han visto afectados. “Sabemos de varios casos de intercambio a otros países que se cancelaron simplemente porque las universidades del extranjero pararon el proceso; es posible que se deba a la difusión sobre la crisis que vivimos, es decir, ¿quién va a querer venir de intercambio a una universidad donde su director es plagiador?”, expresaron alumnos de Derecho.
“Creemos que el Presidente se equivocó al decir que en este Centro de Estudios sólo vienen los fifís a prepararse, incluso Romero nos dijo una vez que aquí sólo había gente de tez blanca, eso es falso, esta escuela es mi hogar, yo vengo de otro estado y la beca me ayuda a pagar mi renta, el comedor me ayuda para no pasar hambre, por eso hay que defenderlo, porque la consideramos nuestra casa”, expresaron alumnos de primer ingreso.