Gabriela Jáuregui, la escritora, activista feminista y académica que ha lanzado el segundo volumen de Tsunami, la antología de textos de mujeres que esta vez reúne a 12 escritoras feministas, asegura que entre 2019 y 2020 se generó un movimiento de mujeres que devino en la necesidad y urgencia de plantear una nueva reunión de textos para seguir escuchando a muchas mujeres con perspectivas diversas y muy activas en sus luchas.
En esta segunda antología publicada por Sexto Piso y UAM-Cuajimalpa, se reúnen textos de Marina Azahua, Lydia Cacho, Dahlia de la Cerda, Diana del Ángel, Lia García (La Novia Sirena), Valeria Luiselli, Fernanda Latani M. Bravo, Luna Marán, Sylvia Marcos, Ytzel Maya, Brenda Navarro y Jumko Ogata.
“Muchos de estos textos justo hacen como un puente entre el pasado, con las ancestras, con otras luchas, con las mujeres que nos preceden y que han abierto brecha, y el futuro tal cual, porque quienes luchamos hoy es para que las mujeres del futuro no vivan estas violencias, para que, como dice Marina Azahua en su texto, las niñas del futuro les contemos esta lucha y sientan que es una cosa rara lo que estaba pasando, que suene como una cosa aberrante y extraña a ellas”.
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La editora y autora del prólogo en el cual hace un recuento de los movimientos feministas de los últimos años, de los feminicidios y violencias recientes contra las mujeres, de las marchas y protestas en el país, se plantea varias preguntas: “¿Cómo respondemos?, ¿con la voz entrecortada?, ¿con el cuerpo?, ¿con la lata de aerosol?, ¿con un coctel molotov?, ¿con toda nuestra rabia?, ¿con nuestra inteligencia?”
Asegura que desde el primer volumen de Tsunami, que se publicó a finales de 2018, ya había una necesidad de seguir escuchando a muchas mujeres, pero tras el 2019 y la marcha del 8 de marzo de 2020 y el paro de mujeres del 9 de marzo, que a la semana siguió la pandemia, ella comenzó a sentir la urgencia de establecer otro grupo de diálogo y reflexión desde la literatura, que diera lugar al volumen dos.
La escritora dice que hay mucha inquietud y urgencia en pensar que va a pasar el 8M.
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“¿Qué vamos hacer?, ¿cómo vamos a salir a las calles de forma segura y sin contagiarnos? De cierta forma ese tipo de pendientes y preocupaciones ya estaban el año pasado, pero ahora además ha aumentado la violencia de género por estar en casa, las violencias en contra de las infancias, muchas personas que son de la disidencia sexogénerica también se encuentran encerrados en casas... entonces es encontrarnos por lo menos a pensar juntas”.