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Oaxaca.—
Al recibir el Premio Internacional de Literatura Aura Estrada, que consiste en 10 mil dólares y residencias artísticas en Wyoming y Nueva York, en EU; La Toscana, en Italia; y Oaxaca, la narradora poblana Natalia Trigo se reconoció a partir de la literatura hecha por mujeres como Clarice Lispector, Nellie Campobello, Ann Carson, Elena Poniatowska, Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik.
“Le debo a esas mujeres el atreverme a escribir desde un lugar que me obliga a mirar a los otros y a mí misma con compasión; fue gracias a sus textos que pude vislumbrar un lugar para mí desde las grandes discusiones contemporáneas, porque hay que decirlo: la escritura y el mundo editorial siguen siendo para las mujeres un terreno vertiginoso”, sostuvo.
La narradora, que obtuvo el galardón por su proyecto literario Marfa, enfatizó que es fruto de la lucha de las mujeres que sacrificaron sus vidas para que ella pudiera hablar, y de otras mujeres “que siguen trabajando para que mujeres como yo tengan la oportunidad de dedicarle su vida a la escritura, al arte, a la enseñanza, a elegir libre y abiertamente”.
Dijo que su responsabilidad, ahora es escribir alejada de los esquemas y las categorías que a las mujeres nos han sido impuestos; “no caer en la trampa facilista de la historia y el presente como lugares que solo aceptan dicotomías; atreverme a hacer las preguntas correctas; retratar sin miedo lo que he vivido y escuchado y tenderle la mano a las mujeres que caminan a mi lado y atrás de mí para que se pueda, cada vez más, escuchar la multiplicidad de voces en búsqueda de la visibilidad”.
Trigo (Puebla, 1990) recordó que a los nueve años modificaba por gusto fragmentos de los libros de la Secretaría de Educación Pública que no le gustaban, en especial los de Español e Historia, a los que agregaba personajes despiadados, eventos desafortunados y criaturas fantásticas que explicaban el por qué México estaba profundamente podrido. “Mi interpretación de las calamidades sociopolíticas consistió en breves relatos en los que los héroes de la Patria eran devorados por plantas carnívoras…
Si tuviera que elegir un momento, diría que fue ahí donde empezó todo, reescribiendo los referentes
del pasado para tratar de modificar el presente”.
