La escritora Lauri García Dueñas se preguntaba hace unos días en las redes sociales si su denuncia pública contra la impresentable propuesta de trabajar en estos momentos de gorra (“voluntariado”, le dice cierto funcionario que tiene la vida resuelta desde la comodidad de su casa en la colonia Condesa) había presionado a las autoridades culturales federales a presentar una convocatoria para artistas y escritores para crear obras digitales, o si la publicación de ésta era sólo una coincidencia. Aquí le podemos decir a Lauri que fue una coincidencia. Nos cuentan que la iniciativa de Contigo a la distancia y la convocatoria a creadores para enviar obra digital que será remunerada lleva un par de semanas preparándose en la Secretaría de Cultura. También pronto sabremos de alguna iniciativa sobre espacios independientes que hoy se están tronando los dedos por un futuro que más bien parece un hoyo negro, y sobre otras áreas del quehacer cultural que sufrirán la gran devastación económica que nos dejará la contingencia del Covid-19. Pero hay quienes son inmunes e indiferentes a esos dramas económicos tan neoliberales y yéndose por la libre quizá insistan en el voluntariado de creadores para un plan quinquenal, o en crear brigadas para la zafra y lograr los 10 millones de toneladas de azúcar que nos harán potencia mundial que rivalizará con el Imperio. Hasta la victoria siempre.
Vaya que es total el compromiso de Marx Arriaga, director de Bibliotecas, pues sigue en su campaña de entrega de paquetes de libros en las bibliotecas públicas del país. Pero no estaría demás esperar de él un poquito de prudencia personal. Hace unos días que arrancó su gira por las biblioteca de Hidalgo, le mando un recado a su jefa, Alejandra Frausto: “Aviso: Continuamos en #Hidalgo en donde casi una decena de bibliotecas y cincuenta bibliotecarias aguardan sus colecciones; esperamos indicaciones de la Secretaría de Cultura.” La funcionaria anunció a principio de semana la suspensión de actividades de la Biblioteca de México y la Biblioteca Vasconcelos, fue también cuando México entró en la fase dos de la pandemia del coronavirus, ¿no será que Arriaga debería dejar de viajar y evitar poner en riesgo a los funcionarios locales, aunque use cubrebocas?