Autoridades de la Zona Arqueológica de Teotihuacan , la sociedad civil y el sector privado trabajan de forma conjunta para el “mejoramiento de la imagen urbana de los centros de población de los barrios que están alrededor de Teotihuacan”, la construcción de un centro de bienestar animal y el saneamiento del río San Juan, acciones que forman parte de un plan maestro que se emprendió a través del World Monuments Fund (WMF) .
El WMF es una organización independiente dedicada a salvaguardar sitios de patrimonio cultural en diferentes partes del mundo, e incluyó a la Zona Arqueológica de Teotihuacan en la lista World Monuments Watch 2022 debido a que “la presión del turismo y la expansión urbana ha impactado la dinámica social dentro de las comunidades aledañas” y que “la construcción de un nuevo aeropuerto internacional a solo 15 km de distancia probablemente generará más presión turística y de desarrollo en el área”.
El ingreso de la Zona Arqueológica al listado se dio después de la postulación que hizo Rogelio Rivero Chong, director de ese sitio, para generar “un plan maestro, compuesto por proyectos específicos que tienen como objetivo reducir la carga social sobre la Zona Arqueológica de Teotihuacan y beneficiar a las comunidades aledañas”, informó el INAH en un comunicado.
La elección de Teotihuacan para el programa World Monuments Watch (WMW) 2022 “permitirá, durante dos años, encauzar una serie de acciones que redundarán a corto, mediano y largo plazos, en la preservación de esta ciudad prehispánica incluida en la Lista de Patrimonio Mundial”.
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Rivero Chong indicó que “las condiciones socioeconómicas de las comunidades del Valle de Teotihuacán están impactadas por la dependencia de estas con el turismo del emblemático lugar. El binomio: precariedad = presión sobre el asentamiento prehispánico se exacerbó con la contingencia sanitaria derivada de la COVID-19”.
El INAH detalló que de acuerdo con los datos “del Índice Básico de las Ciudades Prósperas, realizado por ONU-Habitat en la región del Valle de Teotihuacán, pese a la ampliación de servicios públicos, en el lustro 2010-2015 ...incrementó de 45.6% a 53.7%, la población con algún nivel de pobreza, y de 51.2% a 65.7%, la población con ingreso inferior a la línea de bienestar (Conapo, 2015; Coneval, 2017; Sedesol, 2018), situación que se ha traducido en la consecuente carga social sobre el patrimonio arqueológico que resguarda la Zona de Monumentos Arqueológicos de Teotihuacan”.
Esa situación, añadió el Instituto, provoca “que muchos de los habitantes de la región busquen una entrada económica para subsistir, y el único punto focal que hay para cubrir esa necesidad es la zona arqueológica. Lo que redunda en invasión de comerciantes y de prestadores de servicios, en algunos casos informales y en otros, ilegales; más de tres mil, los fines de semana en los alrededores y al interior del sitio. Así, sola, la Zona Arqueológica de Teotihuacan está conteniendo este problema social”.
Pero no sólo eso, “el crecimiento poblacional –condicionado además por estar en el área de influencia de grandes proyectos de infraestructura como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles– incrementa la presión sobre las áreas de amortiguamiento de la ZAT, los polígonos B y C, hasta donde se extendían las unidades residenciales de la ciudad prehispánica, la cual en su mayor apogeo (450-650 d.C.) llegó a tener hasta 22.5 kilómetros cuadrados”.
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Frente a ese panorama, “directivos del sitio arqueológico han comenzado a delinear un plan maestro que, sumando a la sociedad civil, el sector privado y público de los tres órdenes de gobierno, puede facilitar romper esa pauperización social, a través de la capacitación y el fortalecimiento de las competencias, a fin de que redunden en una mayor oferta laboral; alineado estrategias y programas de trabajo de cada una de las partes”.
Como parte de ese plan maestro se emprenderán diferentes acciones, como el mejoramiento de la imagen urbana de los centros de población de los barrios que están alrededor de Teotihuacan; la construcción de un centro de bienestar animal, para atender principalmente a los perros que deambulan por la zona arqueológica y las comunidades, los cuales representan una amenaza para la fauna endémica; y el saneamiento del río San Juan.
Asimismo, el INAH indicó que el World Monuments Watch brindará facilidades para visibilizar estos problemas, sumar voluntades para su solución y conseguir donadores para cada una de estas iniciativas.
fjb