Hace casi dos meses, un grupo de arqueólogos envió una carta al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la que denunciaron trabajos con maquinaria pesada en la Zona Arqueológica de Teotihuacan , que amenazan con afectar hasta siete hectáreas donde se encuentran vestigios arqueológicos habitacionales y monumentales, lo que representa la pérdida de patrimonio cultural mexicano e incluso, podría provocar que esa zona salga de la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO .
“Es muy lamentable lo que sucede en Teotihuacan, sobre todo en pleno siglo XXI donde todo mundo está de acuerdo en salvaguardar su cultura prístina tangible. De continuar la destrucción en la zona arqueológica, podría perder la declaratoria de Patrimonio Mundial, dependiendo de las misiones técnicas y reactivas que haga la UNESCO”, dijo a EL UNIVERSAL Saúl Alcántara Onofobre , presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS por sus siglas en inglés), organismo de la UNESCO.
El 29 de marzo, en una carta firmada por los investigadores Rubén Cabrera Castro, Sergio Gómez Chávez, Jesús Torres Peralta, Claudia López Pérez y Olga Villanueva Sánchez, se pidió al INAH que interviniera de manera “inmediata” para detener la destrucción y alteración de contextos arqueológicos en Oztoyahualco, que forma parte de Teotihuacan, en el Estado de México.
En esa misiva, los especialistas argumentaron que “se trata precisamente del área donde el INAH compró hace apenas algunos años algunos terrenos, pero que, al quedar sin ninguna vigilancia, han sido objeto de destrucción y saqueo. Sabemos que desde hace aproximadamente un mes se comenzaron a realizar diversas obras y varias construcciones en este lugar, aprovechando la poca supervisión por parte del INAH por el confinamiento y la falta de recursos del Departamento de Protección Técnica y Legal”.
Más tarde, el 21 de abril, el INAH dijo que los trabajos se realizan en un predio de aproximadamente siete hectáreas, ubicado en el Área B de la poligonal de protección de la Zona de Monumentos Arqueológicos de Teotihuacan, “donde no están permitidas las construcciones debido a que los estudios especializados señalan que es un espacio de alto potencial arqueológico, con la probable existencia de, al menos, una veintena de estructuras arqueológicas.
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El Instituto encabezado por el antropólogo Diego Prieto detalló que el 4 y 5 de marzo se realizó una inspección. Se confirmó que las obras se realizaban de manera irregular, porque no contaban con los permisos necesarios y se colocaron sellos de suspensión.
El marco jurídico establece que el propietario del predio cuenta con un tiempo definido para regularizar las obras. Una vez vencido el plazo, el 30 de marzo, el INAH volvió a visitar el sitio y corroboraron que los sellos habían sido violados y que las obras continuaban.
“Por lo anterior, se colocaron nuevos sellos de suspensión y se determinó levantar la denuncia correspondiente contra quien resulte responsable, ante el Ministerio Público Federal con sede en Texcoco, misma que fue presentada el martes 20 de abril”, dijo el INAH.
Aún así, las obras irregulares han continuado en Oztoyahualco. Por ello, el ICOMOS envió una carta a Alejandra Frausto, secretaria de Cultura; Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México; Frédéric Vacheron, representante de la UNESCO en México, y a Diego Prieto.
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En ella señalaron que Teotihuacan es una Zona de Monumentos Arqueológicos protegida por la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos “en la que se reúnen los más altos valores de la identidad del pueblo de México, que la hacen ser la zona arqueológica más visitada del País. A lo largo de su historia reciente, este sitio ha sufrido serias amenazas de destrucción por obras no autorizadas en su interior y en su entorno, las que han tenido que ser motivo de protestas sociales dada la lentitud con la que han actuado las autoridades para detenerlas”.
Las obras irregulares en Teotihuacan se llevan a cabo en la parcela 23, del Ejido de Purificación; sin embargo, desde 1987, ese sitio prehispánico fue incluido en la lista de Patrimonio Mundial, declaratoria que podría perderse.
“Una copia de la carta fue enviada a la oficina de UNESCO en México. ICOMOS, como organismo consultor de la UNESCO esperaremos a ver qué hacen las autoridades (de México) y si no hay una respuesta inmediata, solicitaríamos a la UNESCO una Misión Técnica y una Misión Reactiva, que es aquella en la que se define si el sitio pasa a la lista de Patrimonio en Peligro y se retira el nombramiento de Patrimonio Mundial, pero primero tenemos que agotar las instancias nacionales”, señaló Alcántara Onofre.