La obra de dos artistas mexicanas que utilizaron distintas disciplinas se unen en el primer piso del , en una exposición que conjunta pintura y escultura en un mismo discurso.

La muestra abrió ayer al público, con 114 obras —83 esculturas de Teodora Blanco y 31 pinturas de María Izquierdo— provenientes de 19 colecciones públicas y privadas de México y Estados Unidos.

De acuerdo con el curador de la muestra, el artista Juan Coronel, esta exposición tiene como objetivo presentar a las dos artistas en igualdad de condiciones y permitirle a los públicos analizar ambas propuestas estéticas a pesar de sus diferencias en estilos y temporalidades.

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“Se busca mostrar cómo estas dos mujeres, aunque no fueran artistas contemporáneas, comparten similitudes temáticas y formales de sus obras, a pesar de surgir de contextos sociales y culturales distintos”, expresó Coronel.

La muestra se divide en tres núcleos temáticos, los cuales muestran las similitudes en los conceptos de la obras pero dejan ver las diferencias en materiales, formas, tamaños y estilos.

Los núcleos El Circo: un ámbito fantástico y La alacena, un gabinete de curiosidades unen a las artistas en su concepción de la vida cotidiana, la fantasía, el hogar y la cocina.

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Por su parte, el núcleo Iguales reflexiona sobre la necesidad de mirar el arte sin prejuicios, e invita a ver las obras de ambas artistas desde la igualdad estética.

“En su conjunto, la exposición ofrece una ventana única para comprender la obra de las dos artistas desde diferentes perspectivas, lo que fomenta la apertura a la diversidad artística”, refirió el curador.

En la presentación de la muestra estuvo presente la directora de Fomento Cultural CitiBanamex, Cándida Fernández de Calderón, quien expresó que uno de los puntos en común entre Izquierdo y Blanco es la belleza.

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“Es la búsqueda de la belleza lo que une a estas dos mujeres en la expresión de su creatividad”, expresó Fernández de Calderón.

Coronel calificó la muestra como un riesgo estético, ya que, afirmó, fue reto estructurarla con un sentido de igualdad.

“Tenemos la obligación de mostrar la pluralidad cultural de todo lo que somos; una de las cuestiones que es fundamental para México es preguntarse si realmente pertenecemos solamente a una estructura del arte venido desde la academia, nosotros somos un país pluricultural”, dijo el artista.

Insistió en que, a pesar de las diferencias evidentes, la exhibición permite ver uniones y similitudes.

“Las dos venían de pueblos remotos, las dos fueron visibles, sus historias se van entretejiendo aunque ellas no se conocieran”, apuntó.

La muestra estará disponible hasta el 18 de febrero.

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