Desde la Franja de Gaza, en donde la guerra ha dejado devastación y dolor, el dramaturgo mexicano Ángel Hernández, líder de la compañía Teatro para el fin del mundo, se dio a la tarea de buscar voces poéticas que, a pesar de la tragedia, sigan produciendo poesía y literatura.
Esta recuperación de poesía se trasladó a activaciones performáticas en lugares donde la situación lo permite, como Cisjordania y la frontera con Egipto, lugares en donde Teatro para el fin del mundo ha llevado la poesía palestina y la ha activado.
En entrevista vía remota, Hernández apunta que una gran cantidad de poetas palestinos han sido encarcelados en los últimos 20 años, aunado a que durante su encierro no se les permitió producir textos. Hoy, parte de esos escritores viven en campos de refugiados en Cisjordania.
“A mediados de agosto de este año comenzamos con la recopilación de testimonios de palestinos que habitan en campos de refugiados, lo que hicimos fue recuperar la palabra poética a partir de textos que se estaban olvidando, y que incluso fueron prohibidos o cancelados, o destruidos, en una gran cantidad de casos”, detalla.
Hernández, quien lleva tres meses en territorio palestino, explica que el régimen sionista tiene la facultad de catalogar textos (como literatura y poesía) en propaganda terrorista, por lo que muchos escritos han sido eliminados.
“Recuperamos la memoria de eso textos que ya no existen y comenzamos a activarlos en acciones performativas, en donde Teatro para el fin del mundo colaboró con grupos palestinos”, agrega Hernández, quien ganó en 2023 el Premio Bellas Artes de Obra de Teatro Para Niños y Jóvenes Perla Szuchmacher.
Si bien Cisjordania se ha mantenido un tanto neutral ante el conflicto palestino, en las últimas semanas el país ha sufrido una escalada de violencia, lo que ha dificultado la investigación que la compañía realiza, apunta Ángel Hernández.
“Hay un asedio constante hacia los campos de refugiados que se encuentran al norte de Cisjordania, esto provoca una fuerte persecución de activistas, artistas, voluntarios y periodistas, la gestión ha sido muy complicada entre nosotros y los artistas palestinos. Si bien existen organizaciones que están trabajando a favor del pueblo palestino, estas Organizaciones no Gubernamentales no pueden dar soporte a la dimensión de los ataques”, narra el dramaturgo.
Ante la situación, explica Hernández, los artistas, periodistas y activistas prefieren exiliarse a ser deportados, desaparecidos o asesinados. “En esta última temporada se ha registrado un aumento sin precedentes de crímenes de muerte hacia artistas y activistas en Palestina, por lo que ellos buscan refugio en Jordania o Egipto, y desde ahí hemos logrado trabajar en las acciones y activaciones”, zanja.
Un trabajo especial que lograron hacer fue darle voz a los poetas que siguen encarcelados en prisiones palestinas, por medio de cartas recuperadas en distintos momentos.
La investigación llegará a su fin a mediados de mes, y se proyecta que en 2025 estos textos poéticos lleguen a México.