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“¿Qué hacen los niños cuando se quedan solos? Desorden, ruido y destrucción”, señala la Tony Clifton Circus, compañía francoitaliana que el 30 de noviembre inaugura el noveno Encuentro Internacional de Clown con su espectáculo Rubbish Rabbit
Al programa lo conforman: Fiú-Fiú, proyecto realizado por clowns mexicanas; Vida, de la clown, también mexicana, Atanasia; la payasa argentina Caquita y un par de funciones más donde participan payasos mexicanos y argentinos. Durante el encuentro, los artistas también darán tres talleres de clown.
Iacopo Fulgi y Luca Clarioni, creadores y miembros del elenco de la pieza inaugural, cuentan que su objetivo es alcanzar un punto de coincidencia entre la anarquía y el teatro. “La palabra teatro proviene de theàomai, verbo griego que significa ´mirar, observar´. El teatro es una forma de comunicación donde un grupo de personas decide que el público asista y participe, a nivel emocional, del espectáculo creado por otro grupo de personas”.
Una definición de teatro —continúan— que presupone una estructura y reglas claras y precisas, algo que los artistas contraponen con la anarquía, “doctrina política que propone, en cambio, la negación de cualquier autoridad, así como cualquier forma de restricción externa. Parece que las dos cosas son antitéticas e irreconciliables. Pero, en realidad, el espacio teatral puede ser el lugar de lo posible, un sitio para experimentar y contar lo que aún no existe. Así, el teatro puede convertirse en denuncia e instrumento de expresión del pueblo”.
Sobre el espectáculo Rubbish Rabbit” dicen que ha sido una oportunidad para renovarse y ser libres como artistas. “Vivimos años haciendo reír a la gente y siempre nos pareció que era el mejor trabajo que podíamos hacer. Nos divertíamos, la gente que conocíamos se divertía y además nos pagaban. Entonces, empezamos a no divertirnos más: ser clown se convirtió en una profesión, un trabajo como cualquier otro y era inevitable preguntarnos cuál era la razón de seguir”.
Frustración que aumentaba conforme veían que todo se encontraba en equilibrio para el público, los organizadores y sus propios compañeros. “Ahí estábamos con los viejos trucos, los viejos hechizos, los viejos chistes y las rutinas repetidas miles de veces. En el afán de cambio hemos encontrado, de forma inconsciente, modelos excepcionales: los niños. Son locos, diferentes y libres, eso es lo que queremos en nuestro programa”.
Por eso —precisa la Tony Clifton Circus— en Rubbish Rabbit es destruída la mayoría de los objetos que pasan por las manos de los artistas. “Nos disparamos, nos tiramos al suelo, bailamos, peleamos con un peluche gigante. Es lo que nos hace disfrutar al máximo”.
El evento se inaugurará el 30 de noviembre, a las 20 horas, en el Teatro Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn).