La nueva empresa que se le ha ocurrido al director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II , es la de las microlibrerías, una estrategia cuestionable que prende alertas. Desde hace unos días, el funcionario tuvo la maravillosa idea de sacar de bodega los libros de la colección Vientos del Pueblo a través de créditos dirigidos específicamente a los responsables de salas y clubes de lectura de todo el país, que se convertirán en microlibreros siempre y cuando firmen un convenio con el Fondo por mil pesos, en el que se comprometen a pagar 800 pesos –con 200 pesos de ganancia— en un plazo de 60 días y sin posibilidad de devolver la mercancía. La nueva estrategia es cuestionable, por un lado, porque los animadores de las salas y clubes de lectura hacen un voluntariado y no reciben un peso de pago, y ahora sí le entran al “negocio” que, además, “no los hará ricos”, como dice el propio Fritz Glockner, pero los obliga a vender o vender, no les quedará de otra pues no se aceptan devoluciones. Pero por otro lado prende alertas porque lo que deja entrever la iniciativa empresarial del Fondo es que al parecer no hallan la manera de cómo comercializar esos libros tan populares que cuestan entre 11 y 20 pesos y de los que han tirado 40 mil ejemplares por título. Y es hasta ahora que Taibo II presume las “grandes” obras publicadas en Vientos del Pueblo, pero nunca ha dicho cómo van las ventas de esos ejemplares por los que el Estado paga 5 mil a autores y 8 mil a ilustradores.
El CIDE en crisis y Álvarez-Buylla en pasarelas de moda
María Elena Álvarez-Buylla
, directora del Conacyt , prefiere estar en pasarelas de moda y en actos conmemorativos que escuchar a la comunidad científica. Verá usted, el Centro de Investigación y Docencia Económicas ( CIDE ) se encuentra en una crisis, porque desde hace cuatro meses el Conacyt nombró a José Antonio Romero Tellaeche como doctor interino, quien ha tomado decisiones como las destituciones de Catherine Andrews, de la Secretaría Académica, y de Alejandro Madrazo Lajous de la dirección del CIDE, sede Aguascalientes. Ahora Romero Tellaeche se perfila como director definitivo de esa institución, pese a las críticas y manifestaciones en su contra. ¿Y dónde ha estado Álvarez-Buylla? Pues el viernes, por ejemplo, estuvo en una pasarela de moda organizada por su cuata, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, en Los Pinos; y el lunes acompañó al presidente Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia por el 111 aniversario de la Revolución Mexicana, un “movimiento de lucha y libertad del pueblo de México, que da sustento histórico a la Cuarta Transformación”. Lo cierto es que Álvarez-Buylla pasará a la historia como la investigadora que ignoró a la comunidad científica, a las nuevas generaciones y que únicamente atendió las órdenes presidenciales.