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¿Taibo II, mexicano de segunda?
La posibilidad de que el escritor Paco Ignacio Taibo II no pueda dirigir el Fondo de Cultura Económica debido a que no cumple con al menos uno de los requisitos que establece la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, que es la de ser mexicano por nacimiento, ha generado una controversia que necesita ser analizada con profundidad y, sobre todo, con seriedad. Nos recuerdan que uno de sus directores, Arnaldo Orfila, fue destituido en los años 60 porque hubo un sector que se quejó con el presidente Gustavo Díaz Ordaz, de que un “extranjero” había tenido la osadía de publicar Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, un libro que, argumentaron, promovía el socialismo y denigraba a la patria. La salida del editor argentino fue un escándalo de la época y muchos escritores se solidarizaron con él. Por supuesto que hablamos de dos tiempos muy distintos en la historia de México, amén de que en aquellos años no existía la regulación que hoy está en discusión, pero viene a colación porque en este momento es todavía una pena que se siga poniendo por delante el lugar de nacimiento de una persona para impedir que ejerza sus derechos. Taibo es mexicano. Que no haya duda. ¿Cómo es posible que desde aquí estemos criticando las barreras que Trump planea poner a la inmigración y por otro lado estemos de acuerdo con que se le aplique una ley anacrónica al escritor? Otro tema muy distinto son las capacidades que Taibo II tiene o no para estar al frente de la editorial. Eso, lo tendrá que probar.
Un foro sin aforo y uno que otro extraviado
La escasa asistencia al foro de arquitectura y diseño, dentro de las mesas de diálogo de la Secretaría de Cultura en Transición, detonó entre los participantes serias dudas sobre el formato y la reacción de un visitante inesperado. Para empezar, además del moderador, Felipe Leal, solo asistió un arquitecto más: Miquel Adrià, quien en todo caso, no intervino. Y luego, entre la escasa decena de asistentes del público se encontraba Carlos Anaya, el editor, quien —poco informado de la mecánica del proceso de las mesas y sus fechas— asistió con texto en mano esperando que allí se hablara de letras e industria editorial (esa mesa se realizará el 21 de noviembre). Ya estando ahí, Anaya prestó su voz para reiterar la importancia de que se dialogue, pero también para insistir en que las redes sociales no son la única forma de comunicación y que a las mesas les ha faltado difusión.