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Para Paco Ignacio Taibo II todo sigue viento en popa. De acuerdo con el escritor, el equipo jurídico de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ya trabaja en modificar el artículo (de la Ley de Entidades Paraestatales) que le prohíbe ser director del Fondo de Cultura Económica (FCE) por no ser mexicano de nacimiento. “Con un poco de suerte, para el 1 de diciembre estará resuelto”.
“Entró el debate al Senado, en la Comisión de Cultura, sobre la modificación a esta Ley que no sólo me afecta a mí sino también a otros. Es muy absurdo, resulta anticonstitucional; el artículo 1 (de la Constitución) te dice que tienes igualdad de derechos y aquí te los recortaban”, explica.
El historiador y promotor cultural cuenta que tuvo una breve charla telefónica con López Obrador sobre el tema: “Nosotros somos internacionalistas, esto es un absurdo, se resuelve”, le dijo el presidente electo.
Ante este panorama, Taibo II continúa puliendo lo que será su programa de trabajo al frente de la editorial mexicana. Asegura que bajo su dirección habrá un cambio de “estructura, de línea editorial, de funcionalidad y de reducción de salarios. Propuse reducir mi salario a una cuarta parte de lo que gana Carreño”, dice. Aunque no pudo constestar con exactiud de cuánto es el monto.
La institución que hereda. El autor de libros como Pancho Villa, una biografía narrativa afirma que su primer reto será “parchar una institución muy burocratizada. El Fondo se ha vuelto una especie de cementerio para elefantes políticos, donde lo que priva es hacer colecciones para quedar bien con no sé quién, hacer libros que nadie sabía por qué se hacían, publicaciones muy caras y para élites académicas”, comenta.
Agrega: “hay cosas que no me gustan nada, pero no quiero hacer denuncias sin tener exactamente pruebas en la mano, tanto del Fondo, como de Educal, como de la Dirección General de Publicaciones”.
El escritor reconoce que ha solicitado información sobre en qué condiciones concluye la administración de José Carreño, actual director del FCE. “No es una bronca personal. La investigación está en proceso, estamos preguntando y recibiendo información. La reforma que le hicieron este año al Fondo lo que hace es privilegiar la creación de una burocracia administrativa sobre los que hacen los libros. No queda claro por qué se había hecho esta reforma, que sin duda es infuncional (sic) para una editorial”.
—¿Hasta dónde llegará esta investigación?
—Hasta donde haya que llegar, no me voy a tocar el corazón para cerrar un cajón donde había una mano metida. Pero limpiarlo de posibles pequeños latrocinios o grandes o medianos no es el problema fundamental. Hay que limpiarlo de ineptitud y volverlo a poner al servicio de quien siempre tuvo que estar: de los lectores.
Asegura que durante su administración no se van a despedir trabajadores sindicalizados ni cerrar librerías. “Educal proponía como solución a sus problemas cerrar 40 librerías, me suicido si tengo que cerrar una”, afirma Taibo II. Desde hace unas semanas, el escritor ha propuesto la unificación del Fondo de Cultura, la Dirección General de Publicaciones y Educal, aunque estas últimas dos pertenecen a la Secretaría de Cultura. Afirma que para él es importante “centralizar las instituciones gubernamenatales del libro, volverlo un proyecto popular”.
“Sí simplificamos los mecanismos y las subvenciones que reciben (estas tres instituciones) y las canalizamos a no mantener burócratas, sino para volverlo un aparato editorial eficiente, la cantidad de dinero que puedes poner en la producción de libros se vuelve rentable”.
El eje principal de su programa, informa, será “revivir la colección popular”; reducir los precios de los libros que, asegura, hoy le parecen excesivos, y regalar un millón de libros. “Será una colección muy provocativa básicamente de literatura destinada a jóvenes lectores a quienes no llegan por problemas de precios”.
Aunque el historiador no quiso dar más detalles de cómo operará en su gestión, explica que diversificará la línea editorial del FCE, pues le darán mayor espacio a géneros literarios. “Me preocupa que haya en el catálogo del Fondo 10 ensayos sobre novela y no 10 novelas; se está gastando un enorme dinero en un libro que te funciona para pocos lectores”.
Indica que no se pueden publicar libros de clásicos griegos y latinos porque ya lo está haciendo la UNAM, “muy bien, por cierto. Lo que tenemos que hacer es brindarle una red de distribución”. Propone que libros que tienen un público minoritario se editen con menos ejemplares o se publiquen en formato electrónico para “canalizar recursos”.
“Las publicaciones que se tienen programadas no las vamos a hacer. Vamos a revisar cantidad de obras programadas que a lo mejor no tienen sentido. El programa que me quisieron endilgar, que implicaba que todo el próximo año iba a tener que hacer, no lo vamos a realizar. Hay cosas muy certeras y otras que descartaremos”, adelanta.
Sin embargo dice estar consciente de que no puede dirigir una editorial a partir de sus gustos.
“Hay que quitar la homogeneidad, tener apertura y visión amplía. Tienes que dirigir una editorial con los gustos de los lectores”.
El pasado jueves, José Carreño presentó su último informe de actividades, donde destacó que el Fondo recibió una propuesta preliminar hecha por la Secretaría de Hacienda para la Secretaría de Educación Pública, que indica que los ingresos fiscales de 2019 serán de 129.7 millones de pesos, cifra que representa una disminución de 27.2 millones de pesos con relación a la suma asignada para este año, que fue de 156.9 millones de pesos.