Más Información
VIDEO: Alito Moreno felicita a Yamandú Orsi por triunfo en Uruguay; se reúne con el expresidente Pepe Mujica
Nuevo frente frío azota la CDMX y el Valle de México; se esperan temperaturas heladas de -5 grados en algunos estados
Pensión Bienestar amplía cobertura en Michoacán; 48 mil mujeres de 63 y 64 años se suman a apoyo económico
Una carta escrita por Richard Wagner advirtiendo de la influencia judía en la cultura será subastada en Israel , donde están prohibidas representaciones públicas de la obra del compositor alemán antisemita.
Wagner, cuya obra grandiosa y nacionalista del siglo XIX está revestida de antisemitismo, misoginia e ideas protonazis de pureza racial, fue el compositor favorito de Adolf Hitler .
A pesar de que ninguna ley en Israel prohíbe tocar sus obras en el país, orquestas y salas evitan hacerlo por las protestas y altercados que acompañaron a los intentos en el pasado.
La venta de la carta manuscrita, fechada el 25 de abril de 1869 y dirigida al filósofo francés Edouard Schure, podría reavivar el debate en Israel sobre el polémico compositor.
Wagner escribió en la carta que la asimilación judía en la sociedad francesa impide la observación de "la corrosiva influencia del espíritu judío en la cultura moderna", añadiendo que los franceses saben "muy poco" sobre los judíos.
En 1850 Wagner publicó bajo un seudónimo su infame panfleto antisemita 'Judaísmo en la música', en el que arremetía contra los judíos. Fue reeditado en 1869 bajo su nombre completo.
Meron Eren, cofundador y dueño de la casa de subastas Kedem, que venderá la carta el martes, dijo que era la primera vez que lidiaba con un artículo de Wagner.
"Wagner se removería en su tumba" si supiera que un judío barbudo en Jerusalén se beneficiaría con su carta, dijo Eren.
Pero hay algunos en Israel que están intentando romper el tabú sobre Wagner y promocionar su música, como Jonathan Livny, abogado y corazón de la Sociedad Israel Wagner.
Dice que aunque los israelíes aceptan productos alemanes, como los automóviles Volkswagen y Mercedes, y los trenes y submarinos israelíes son fabricados en Alemania, continúan boicoteando a Wagner.
"Es fácil boicotear a Wagner porque la mayoría de la gente no escucha su música", dice Livny.
Wagner se ha convertido en un "símbolo del Holocausto", añade.
nrv