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Pese a los intentos de diferentes países por frenar la subasta “Collection Evrard de Rouvre y Van den Broek d'Obrenan”, la casa Ader sacó a la venta 270 lotes con piezas antiguas , de las cuales, 74 fueron elaboradas por distintas culturas que habitaron en el actual territorio de México .
“Hago un enérgico llamado a @AderNordmann de París, #Francia a detener la subasta de 74 piezas arqueológicas mexicanas que planean ser ofertadas mañana. Basta ya, que los bienes de una nación sean artículos de lujo disponibles al mejor postor. Sigan el buen ejemplo de ética”, dijo ayer la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, aunque no surtió efecto, pues hoy salieron a la venta las piezas arqueológicas.
Foto: Casa Ader
Entre los objetos que se vendieron está una cabeza originaria de Veracruz que fue vendida en mil 800 euros (más de 40 mil pesos mexicanos).
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En la subasta también se ofertaron piezas de Colima y Nayarit. Esto a pesar de que previo a la puja, las embajadas de Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Panamá y Perú emitieron un posicionamiento conjunto en el que rechazaron la venta de las piezas arqueológicas.
“Una vez más, deploramos que se mantengan prácticas de comercio ilícito de bienes culturales que socavan el patrimonio, la historia y la identidad de nuestros pueblos originarios”, dijeron las embajadas.
Foto: Casa Ader
Agregaron que por ese tipo de subastas se “fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional” y “atentan contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos, e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre antiguas civilizaciones”.
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También se “privan a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares”, “menoscaban la cooperación entre los Estados para la protección y conservación del patrimonio cultural”, “socavan la integridad de las culturas y, por ende, de toda la Humanidad” y “dan pie a un mercado de falsificaciones”.
Foto: Casa Ader
Sin embargo, reconocieron que “en el caso de Francia, el marco jurídico que regula las ventas y subastas de los bienes culturales establece que la restitución de las piezas depende de la voluntad del poseedor privado, lo que limita sensiblemente nuestro marco de acción. No obstante, reafirmamos nuestra disposición a colaborar hacia medidas concretas para la protección de nuestro patrimonio cultural prehispánico, los bienes culturales del periodo colonial y el combate al tráfico ilícito de estas piezas”.
fjb