“Emmanuel dio su vida por su trabajo y al final el trabajo siguió y él ya no está”, son las palabras de Sonia Villanueva, quien fuera pareja del arqueólogo , fallecido el pasado 13 de julio mientras realizaba trabajos de prospección arqueológica a la intemperie en Santiago, una pequeña comunidad perteneciente a Los Cabos, Baja California Sur.

La información fue confirmada a por Daniel de la Rosa Anaya, procurador General de Justicia de Baja California Sur, el pasado 1 de agosto. Al practicar la necropsia de ley quedó “plenamente establecido que fue por un golpe de calor”, informó.

También indicó que, al tener conocimiento de su desaparición (el día 13), se abrió la carpeta de investigación y los cuerpos de emergencia acudieron a la zona para empezar las jornadas de búsqueda.

Fotografía de Emmanuel Reyes Estrada días antes de fallecer por un golpe de calor y la pañoleta con la que fue encontrado. Foto: Especial
Fotografía de Emmanuel Reyes Estrada días antes de fallecer por un golpe de calor y la pañoleta con la que fue encontrado. Foto: Especial
“Nadie merece morir como el arqueólogo Emmanuel Reyes”
“Nadie merece morir como el arqueólogo Emmanuel Reyes”

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El INAH informó en un boletín el 16 de julio que Eleazar Reyes falleció por un “aparente” golpe de calor.

“El viernes 14 de julio, un integrante de la Comisión de búsqueda estatal confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de Emmanuel Eleazar, sin huellas de violencia, sin que le hubiesen sustraído sus pertenencias y con signos de haber perdido la vida el día anterior”.

También se informó que Diego Prieto, director del INAH, estuvo en comunicación con Alfredo Feria Cuevas, director del Centro INAH Baja California Sur, durante la búsqueda de Reyes Estrada.

“Alrededor de las 19:30 horas, el director del Centro INAH se retiró del lugar, después de transmitir a los familiares de Emmanuel ahí presentes, nuestro pesar, nuestra solidaridad de la Institución y de sus compañeros para ayudarlos a superar esta dolorosa tragedia”, se puede leer en el boletín.

Sin embargo, la información emitida por el INAH no da mayores detalles de la muerte de Reyes Estrada, tampoco sobre los motivos de su desaparición ni por qué se separó del resto del grupo durante los recorridos de prospección. Tampoco informó si se llegó a un acuerdo con la familia o si se cubrieron los gastos funerarios.

El Sindicato Nacional de Profesores de Investigación y Docencia del INAH emitió un comunicado en donde denunciaron la precariedad laboral y el abandono al personal de campo del Instituto, y señalaron el caso de Reyes Estrada como un posible delito de omisión y un ejemplo de las condiciones adversas a la que se enfrentan diariamente los arqueólogos en México.

“El personal que efectúa los trabajos de investigación en campo, sin importar el tipo de contratación al que estén sujetos, tienen derecho a la protección máxima, ya que están al servicio del resguardo del patrimonio de la nación”, se puede leer en el comunicado.

Este diario se comunicó varias veces al Centro INAH Baja California Sur para conocer más detalles del caso, pero no hubo respuesta. Tampoco la hubo de Comunicación Social del INAH.

Sonia Villanueva, novia de Reyes Estrada desde 2020, contó a EL UNIVERSAL las últimas horas de vida del arqueólogo. Denunció que, al día de hoy, hay cuestiones sin resolver alrededor del caso.

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De acuerdo con Villanueva, Reyes Estrada le había advertido desde dos días antes sobre el calor que se vivía en Baja California Sur. Compartió a este diario capturas de pantalla de sus últimas conversaciones con el arqueólogo, en las que se puede leer sobre las condiciones adversas en las que tenía que trabajar.

En uno de los mensajes, se lee que la temperatura llegó a los 40 grados y que “se pasaron de verga mandándonos en estas fechas”. “Si, uso (bloqueador) y manga larga y sombrero y guantes y lentes y me tapo la cara y, aun así; espero terminar este pinche campo lo antes posible”, dijo el arqueólogo en sus últimos mensajes con Sonia Villanueva.

En sus últimos mensajes, Emmanuel Reyes le señaló a Sonia Villanueva sobre las altas temperaturas en las que tuvo que trabajar. Foto: Especial
En sus últimos mensajes, Emmanuel Reyes le señaló a Sonia Villanueva sobre las altas temperaturas en las que tuvo que trabajar. Foto: Especial
En sus últimos mensajes, Emmanuel Reyes le señaló a Sonia Villanueva sobre las altas temperaturas en las que tuvo que trabajar. Foto: Especial
En sus últimos mensajes, Emmanuel Reyes le señaló a Sonia Villanueva sobre las altas temperaturas en las que tuvo que trabajar. Foto: Especial

Informó que el INAH se hizo cargo de los gastos funerarios y que el cuerpo del arqueólogo fue cremado en Baja California Sur. “Ese era el plan (trasladar el cuerpo a la Ciudad de México) pero al final decidieron que por el tiempo que el cuerpo estuvo expuesto al calor, era mejor incinerarlo allá. Aquí sólo llegaron sus cenizas”, afirmó.

Villanueva relató que el INAH se le acercó durante el jueves 13 de julio para que viajara a Los Cabos, sin embargo, no lo hizo debido a que Reyes Estrada fue localizado sin vida un día después.

“Me iban a apoyar con el traslado, pero al final el vuelo que consiguieron fue para el sábado temprano y el viernes fue cuando lo encontraron, su mamá me pidió que mejor me quedara aquí por si se necesitaba algo. Emmanuel tenía 4 días de haberse ido a trabajar”, narró.

Cuestionó que, durante la búsqueda, sólo se le informó que Reyes Estrada salió con una paleontóloga, pero no le dieron el nombre. Expresó que el cuerpo del arqueólogo fue hallado sin radio y sin celular.

“Me dicen que él iba en compañía de una paleontóloga de la que nunca me dieron nombre, que la señora se sintió rara y se sentó a descansar, que cuando se paró ya no vio a Emmanuel... Entonces simplemente salió del perímetro; cuando lo encontraron no estaba su radio ni su celular”. Y recalcó: “(No han aclarado) ni lo de la paleontóloga, ni del radio ni del celular, solo me juran que llevaban hasta más equipo del que normalmente les dan”.

Una vida dedicada a la arqueología

En su testimonio, Sonia Villanueva expresó que Emmanuel Reyes Estrada fue un arqueólogo apasionado por su trabajo y que tenía planes de acercarse al INAH para conseguir una vacante en la institución. Durante sus años como arqueólogo residió en Baja California Sur, pero con la pandemia regresó a la capital por la falta de trabajo.

Villanueva narró parte de su forma de vida juntos y brindó un perfil de sus años conociendo al arqueólogo. Relató que Emmanuel Reyes creció al sur de la Ciudad de México y egresó de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Agregó que, con el último cambio de sexenio, las oportunidades laborales disminuyeron para el arqueólogo.

“Emmanuel era un hombre profesional, con una ética envidiable, era muy responsable con sus tiempos de entrega, me mostraba las fotos de sus trabajos, de sus campos con mucho orgullo, pero nunca presumiendo, me hablaba maravillas de sus compañeros y amigos y ellos igual”, recordó.

Y cuestionó que Reyes Estrada falleciera por hacer su trabajo, algo que él hacía con orgullo y compromiso. “No puedo entender cómo el trabajo maravilloso, envidiable y del que estaba tan orgulloso, se convirtió en la destrucción de vidas”.

Reiteró su indignación por los hechos. “No es justo que en el lugar de trabajo la muerte te alcance de esta forma tan dolorosa. Nadie y menos un hombre como él merecía morir en esas condiciones”, concluyó su testimonio.

El caso de Emmanuel Reyes Estrada es un ejemplo de la precariedad en la que trabajan algunos arqueólogos adscritos al INAH.

Testimonios anónimos que ha recopilado este diario revelan que, en algunos casos, los arqueólogos del Tren Maya trabajan bajo temperaturas que ponen en peligro sus vidas, y que, incluso, en algunos campamentos no tienen agua potable.

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Sin embargo, hay un silencio que predomina entre los trabajadores, ya que muchos temen que el INAH tome represalias si alzan la voz.

Omar Espinosa, arqueólogo y divulgador cultural, expresó a este diario que hay mucho miedo de emitir quejas, ya que el Instituto es la única fuente de trabajo para los arqueólogos.

“La arqueología debería considerarse una profesión de alto riesgo; este caso (el de Emmanuel Reyes Estrada) es un llamado de atención, faltan muchas condiciones de trabajo, ya lo hemos señalado”, expresó Espinosa.

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