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Tras su cierre al público en 2017, el deteriorado Polyforum Siqueiros se convierte en uno de los puntos de encuentro principales de la Semana del Arte, pues albergará el performance “Estados fragmentados” del artista Carlos Amorales (Ciudad de México, 1970). El evento tendrá lugar el miércoles 7 de febrero, con dos funciones ya agotadas a las 20 y 21:30 horas, como parte del programa de la Feria Material.
Se trata del estreno de este proyecto que ha trabajado Amorales en el último año, quien se encargó de la escritura de las canciones y el diseño del vestuario. La obra cuenta el mito de la deidad con forma de serpiente llamada Naga, quien es creadora de la humanidad a través del canto. Si bien, las Nagas son figuras que forman parte de mitologías y religiones orientales, el mito fue creado por la Inteligencia Artificial de Chat GPT y moldeado con modificaciones del propio artista.
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En el performance, que plantea una reflexión sobre cómo las discrepancias ideológicas y la radicalización política han fragmentado a la sociedad, participan la cantante experimental Sarmen Almond, el percusionista Diego Espinosa y la coreógrafa Priscila Hernández, así como 20 cantantes, 20 percusionistas y 20 bailarines.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Amorales explica más sobre el trasfondo de este performance, que de una forma es la evolución del concepto de serpiente que trabajó en la instalación “La serpiente de los días”, que hizo durante la pandemia de Covid-19, y comparte sus reflexiones en torno a la fragmentación con la que lidia la sociedad y cómo, pese al complejo panorama, ha decidido mantenerse optimista con respecto al futuro del país y la humanidad.
¿En qué consiste “Estados Fragmentados”?
Es una fusión de distintas disciplinas. Yo principalmente soy artista visual, parto de ahí, y en los últimos años he venido trabajando con el canto y con coros. Se trata de una historia mitológica, yo creé las canciones y trabajo con la cantante Sarmen Almond. Trabajé una contrapropuesta al canto con el percusionista Diego Espinosa. Les pedí que compusieran música que se hace con el cuerpo, cada quien por su lado. Se usa la voz y la percusión de golpear el propio cuerpo.
El mito es sobre la creación del mundo, viene de una imagen que se me apareció, me imaginé una especie de deidad creando el mundo con su voz y busqué en línea si existía el mito. Le pregunté a Chat GPT y me dijo que ese mito no existía y le pedí que me escribiera un mito, que yo fui transformando. Se volvió el mito de una serpiente (llamada Naga) mitológica que crea el mundo cantando, quería crear una cosa arcaica y primigenia, como lo es el origen del mundo, con algo contemporáneo, como lo es la Inteligencia Artificial.
¿De dónde viene el título de “Estados Fragmentados”?
El nombre viene un poco de la idea de Estados Unidos, pero son Estados Fragmentados, lo contrario. Siento que vivimos en un mundo que se está fragmentando, suceden muchas contradicciones, como en las ideologías.
Sobre la deidad Naga, ¿fue creación de Chat GPT o suya?
No, yo se lo atribuí. Hace dos años hice una obra que se llama “La serpiente de los días”, para el Museo Kaluz, que era una obra sobre la pandemia, este momento de espanto. Durante el proceso de esta nueva pieza, empezó a salir este personaje, pero menos oscuro, antes era un monstruo y ahora siento que es sublime. Es casi como si fuera una segunda parte de esa historia. Exactamente no sé porqué la idea de trabajar con las serpientes; vi que las Nagas son serpientes que acompañaron a Buda, pero también acá en México tenemos a Quetzalcóatl… veo muchas conexiones posibles.
¿O sea usted está a favor del uso de la Inteligencia Artificial para hacer arte?
Creo que está generando el mismo espanto que causó la fotografía. Pero lo importante es entender cómo trabajarla. No es que me sienta un partidario de la tecnología, pero tampoco estoy en contra. Fue más la curiosidad de ver qué es, cómo nos funciona. Creo que me interesa más la parte existencial, cómo es que nos afectará.
¿Por qué eligió el Polyforum?
Lo principal del performance es el canto coral y generalmente eso se hace en iglesias y este lugar tiene esa especie de grandeza como lo tiene una iglesia. También sentí que tiene una relación muy fuerte con el contenido del mural, que es “La marcha de la humanidad”, de Siqueiros.
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¿Usted también hizo los vestuarios?
El vestuario salió de unos dibujos que hice en papel japonés; cuando lo compré, me dijeron que era el mismo material que usaba (el diseñador de modas) Issey Miyake para hacer su ropa. Experimenté mucho, los pinté con spray, y un día le planteé a las personas de mi estudio la idea de hacer ropa y ellas vienen de una familia de costureras y su tía nos ayudó con un primer traje en blanco y me encantó. Los trajes son segundas pieles y se vuelven parte de la representación de la serpiente, además el patrón de líneas es como si fuera de piel de serpiente.
Entre sus temas de interés están los conceptos de comunicación, lenguas y traducción, ¿con este performance qué busca comunicar?
El canto es etéreo, no existe y es algo que flota en el aire, creo que por eso es espiritual y se usa en las iglesias. Otra cosa bonita es que cuando ves a un coro, ves a gente unida cantando al unísono, son parte de algo. Esa dimensión de trabajar en grupo es importante, justo ahorita que siento que todo está fragmentado. La idea de cantar juntos puede hacernos sentir que somos parte de algo que vale la pena. Cuando una sociedad se junta, pueden haber cambios y mejorar.
Hablando de lo social, en el marco de las elecciones de 2018 dio una entrevista a este medio y dijo que veía que el país estaba de la chingada. Ahora, un sexenio después y camino a otras elecciones, ¿cómo ve al país?
Pues seguimos… Es muy contradictorio, creo que hay cosas que están peor y otras que no; ha sido un sexenio bien raro y complejo. Yo me siento positivo en el fondo, siento que ya se pateó la pelota y vamos a otras cosas y empiezan a ver cambios que son buenos.
¿Cómo cuáles?
No quiero sonar partidista, pero visité las Utopías y se me hizo bonito ver que es algo que está ocurriendo y no sólo es un plan y que no fue hecho en un sentido electoral.
¿Qué cosas negativas percibe?
Pues la violencia, que está súper fuerte; el narco, que sigue súper fuerte. Siento que ahí hay una cosa muy oscura y que no ha cambiado.
En aquella ocasión usted dijo que estaba en un momento de desinterés en lo político, pero ahora dice que se siente positivo, ¿se refiere con respecto a lo político?
No creo que sea político, sino social, creo que sí es necesario como artista participar en lo social y eso puede llevar a lo político. Siempre me ha gustado tener una postura crítica ante todo, pero es importante dar un paso y tomar compromisos que puedan tener una repercusión social. Es difícil, últimamente ha sido un panorama súper confuso y es difícil posicionarse; no es que uno esté a favor o en contra, sino que siento que se ha vuelto confuso. Yo acabo de tener un hijo, entonces pienso que hay que pensar positivo.