ana.pinon@eluniversal.com.mx

En la frontera norte, asegura el dramaturgo Hugo Alfredo Hinojosa (Tijuana, 1977), hay veteranos mexicanos que han estado en el frente de batalla de la Segunda Guerra Mundial, de Corea, Irak y Afganistán. En su niñez, dice, fue testigo del retorno de muchos que regresaron a México después de servir al ejército norteamericano en la guerra de Vietnam. Ese desfile de sobrevivientes del horror, que se debaten entre los dos países, esos hombres que han vuelto fragmentados, son la inspiración de la obra de teatro "Sepulturas", que se estrena mañana en el Teatro Santa Catarina de la UNAM.

La obra protagonizada por Arturo Ríos, alternando funciones con Humberto Solórzano; Bárbara Eibenschutz, Rodolfo Arias y Muriel Ricard, narra la historia de Robert, un veterano mexicano de la guerra de Vietnam, afectado por sus horrores, que en plena vejez vive en un asilo donde es humillado por Dolores y Alonso, enfermera y médico del albergue. Es llevado al límite con el fin de desaparecerlo en un psiquiátrico donde servirá como objeto de experimentación.

“Cuando vine a vivir al centro del país y empecé a contar este tipo de problemáticas, me decían que no eran historias que pasaban en México. Y sí pasan, en toda la frontera ocurren, en el norte la relación es muy cercana con los Estados Unidos, muchos de sus problemas nos atañen a nosotros. En mi familia, en mi círculo de amigos, todos tenemos a alguien que estuvo en la Segunda Guerra, en Corea, en Vietnam, en Irak, yo mismo tengo primos veteranos de Afganistán”, dice Hinojosa, ganador del Premio Bellas Artes Baja California de Dramaturgia Luisa Josefina Hernández, por esta obra, en 2012.

El dramaturgo y ensayista explica que en Sepulturas, dirigida por Emma Dib y producida por Calypso Producciones (Graciela Cázares, Hugo Alfredo Hinojosa, Paloma de la Riva y Denis PR. Elizalde), aborda pasajes de la vida del esposo de su nana, un hombre callado, taciturno, que falleció por una congestión alcohólica. “Era un hombre que jamás hablaba de nada y su esposa decía que su silencio se debía a la guerra. Esta obra es una metáfora de todos aquellos que combatieron con tal de tener el sueño americano en las manos. Y estas personas descansan en asilos y viven una gran dosis de abandono, por eso Sepulturas es también una metáfora del abandono”, explica.

Para la directora de la puesta en escena que contó con el apoyo de Efiartes, del Fonca y de la UNAM, la obra tiene dos líneas temáticas, una ocurre en un hospital o asilo para veteranos de guerra, en la que se abordan las consecuencias y el impacto de esta guerra. Y la otra tiene que ver con el doctor y la enfermera, que además de atender al protagonista, tienen un negocio de venta de órganos.

“Robert es un hombre que se va quedando solo por las decisiones que va tomando, en este sentido es una obra existencialista. El personaje es responsable, de alguna manera, de lo que le pasa. Además, ha quedado mutilado. Tiene la oportunidad de tener un acercamiento amoroso y no lo toma”, dice.

La directora y actriz agrega que son personajes muy complejos, muy profundos, con universos muy oscuros. “Hay también mucho humor y hay un juego de trasposición de personajes, lo que implica un trabajo actoral muy difícil y muy interesante. Hay personajes muy vulnerables, un hombre solo, una enfermera que es una sobreviviente de su contexto, que ha tenido que enfrentar cosas muy duras para sobrevivir, y Alonso, un médico militar que, pese a que no necesita el dinero, se dedica a la venta de órganos. Todos son personajes fracturados, complejos, con diferentes vetas. La dramaturgia es muy poética, escribe con metáforas, con imágenes, con universos muy oscuros, con una exploración del interior”, dice.

“Los personajes del doctor y la enfermera representan la completa deshumanización, para ellos el negocio está por encima de cualquier cosa. El tráfico de órganos es un tema que se toca muy poco. Hace unos años, cuando escribí otra obra, vi un video en un blog de narcos, en donde un tipo dice que ha secuestrado a más de 50 niños, cuando le preguntan qué hacía con ellos, responde que vendía sus órganos. Me quedé horrorizado. Y se habla muy poco de este tema”, agrega Hinojosa.

Sepulturas, que cuenta con diseño de escenografía de Francisco Álvarez y Arelly Blas, diseño de iluminación de Francisco Álvarez, y diseño de vestuario y de arte de Tolita y María Figueroa, se presenta en el Teatro Santa Catarina, ubicado en el Jardín Santa Catarina 10, en Coyoacán. La temporada será del 9 de mayo al 29 de junio. Jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingo a las 18 horas.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses