El programa Cultura Comunitaria y el Proyecto Bosque de Chapultepec serán los dos ejes que regirán la administración de la Secretaría de Cultura durante 2020. El primero, dice Alejandra Frausto en entrevista, se centrará principalmente en el eje Semilleros Creativos, dedicado a la formación artística; el segundo comenzará “una parte” de su ejecución y contempla, además, crear un centro o bodega nacional de arte y colecciones, visitable y que pueda albergar al Cencropam para restaurar obras.

El concierto “Tengo un sueño”, realizado hace unos días en el Auditorio Nacional y en el que participaron más de 650 niños y jóvenes, ha sido la gran ventana que le ha permitido dispersar las dudas sobre Cultura Comunitaria. “No fue fácil mostrar cómo se implementa una política pública en unos meses”, dice.

Ante los cuestionamientos de especialistas que han planteado, por ejemplo, que un programa de formación artística que no se sustenta en lineamientos, directrices y estrategias pedagógicas no funciona, y que en el eje de Semilleros Creativos no han participado los expertos del INBA, indica: “La invitación sigue abierta y creo ahora tendremos una respuesta mejor. Hemos invitado a todo el mundo a colaborar. En esta primera etapa quien se sumó fue la Compañía Nacional de Teatro, invitamos a muchos creadores del Fonca y después del concierto nos han preguntado cómo pueden sumarse. Quizá no habían tenido el tiempo de ver de qué se trata Cultura Comunitaria, mucha gente creía que sólo se trataba de culturas originarias, fue una confusión permanente que encontré en la comunidad cultural, pero ya pudimos ver que se trabaja en una pieza en lenguas, pero también en Júpiter, de Holst. Esta es una apuesta creciente y habrá espacio, lo que se requiere es dominar una disciplina y tener un profundo sentido comunitario para compartir. Invitamos a todas las escuelas de Bellas Artes, a los creadores, a todos para que pudieran ver de qué se trata”.
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El programa, dice, se ampliará a otros aspectos, uno de ellos es comisionar una obra para niños y jóvenes. “Tenemos extraordinarios compositores en México y estamos pensando en una pieza que debe ser multinivel para que un niño que no tiene aún un gran avance, la pueda tocar”.

Otro aspecto en el que, dice, ya se está trabajando, es en la búsqueda de talentos. “Hay talentos extraordinarios y no todos se van a dedicar al arte, pero no encuentro un programa más efectivo para la creación de público que éste, cuánto dinero se han gastado para la creación de públicos, y estos chicos ya son públicos. Y quienes sí tienen talento y voluntad tendrán un camino a partir de esto”.

Frausto, quien sostendrá el 27 y 28 de noviembre a la Reunión Nacional de Cultura en Coahuila —donde se discutirán los ejes Diversidad e inclusión; Redistribución de la riqueza cultural; Apoyos y estímulos a la creación; Construcción de paz y comunidad—, asegura que buscará el involucramiento de la iniciativa privada que permita su permanencia.

Cultura comunitaria recibirá 50% más de recursos, en 2019 operó con 400 y en 2020 tendrá 600 millones y el eje principal serán los Semilleros. “Este año hicimos los recorridos, los diagnósticos participativos, ahora gran parte del presupuesto irá a la creación de Semilleros, al trabajo permanente que es el que más nos importa. La visibilización es importante, con los Jolgorios, por ejemplo, pero lo fundamental será para lo permanente. Ya sabemos cuál es la fuerza creativa que hay en la comunidad, seguiremos con el trazo en el barrio en donde las oportunidades son menores; tenemos 339 Semilleros activos y el programa se ha hecho en 507 municipios. Estamos en la planeación y pretendemos crecer”.

Asegura que en diciembre dará a conocer los resultados del mapeo, llamado Milpa. “Es una cantidad de información impresionante, la estamos articulando para poder comunicarla bien, de nada serviría un archivo gigantesco”.

Frausto justifica el gasto de 600 millones para el programa, así como los 16 millones de “Tengo un sueño”, que planea realizar cada año en el Auditorio Nacional y, tal vez, en otro sitio de la República. “El concierto fue un trabajo que duró alrededor de dos meses y sólo el evento tuvo un costo de máximo 3 millones. Esperamos lograr apoyo privado para no gastar tanto en traslados, la conectividad entre regiones es fundamental, nunca se había dado esta conexión. No se gasta en cosas que no son necesarias, cuidamos cada peso, sabemos que es un programa grande”.

La segunda prioridad de Frausto es el Proyecto del Bosque de Chapultepec, que en 2020 tendrá una inversión de mil 668 millones de pesos. “El estudio de este presupuesto tiene que ver con una restauración ambiental y con la conectividad de distintos elementos”, asegura. Y adelanta que se contempla no sólo un museo del maíz, también un centro o bodega nacional de arte y colecciones, que sea visitable y que pueda albergar al Cencropam para restaurar obras. “Quedarán libres edificios que se usaban para la fabricación de armas y allí haremos este espacio. El próximo año tendremos que empezar con la ejecución de ciertas partes”, adelanta.

Finalmente, sobre la ampliación de 150 millones en el presupuesto 2020 para el ramo S268, que el año pasado fue de 500 millones, lo revisará. “Estamos esperando fortalecerlo y lo vamos a revisar con Hacienda, esperamos que sea igual que este año, tenemos que estudiar el presupuesto para ver cómo lo podemos cubrir. Era importante frenar la caída del presupuesto, lo hemos logrado, va en aumento y esperemos que así continúe”.

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