El poeta, traductor y editor Sandro Cohen , quien la noche de este miércoles murió a los 67 años, víctima del Covid-19 , tenía infinidad de proyectos y libros pendientes. Al autor del emblemático libro “Redacción sin dolor” le sobreviven su esposa, la escritora Josefina Estrada, y sus hijos Leonora, Yliana y Nathanael.
El también cronista, ensayista y narrador nació en Newark, Nueva Jersey, el 27 de septiembre de 1953, y radicó en México desde 1973, naturalizándose mexicano en 1982. “Sandro es excepcional, le ha entregado a este país todo, porque él aprendió el español a los 17 años cuando entró a la Universidad. El español no es su lengua materna y ha entregado el mejor libro de texto de redacción en español de México”, afirmó Josefina Estrada en una entrevista con EL UNIVERSAL.
Cohen estudió la maestría en Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad de Rutgers y obtuvo el doctorado en la UNAM. Coordinó talleres de Poesía en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura ( INBAL ), la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y la Universidad Autónoma Metropolitana, donde fue profesor titular de tiempo completo durante 40 años, docente en el Departamento de Humanidades y jefe del área de Literatura de esa casa de estudios.
También dirigió su propio taller de Creación Literaria , el cual cubre todos los géneros y que impartió hasta el final de su vida.
Entre sus libros de poesía destacan “De noble origen desdichado”, “A pesar del Imperio”, “Autobiografía del infiel”, “Los cuerpos de la Furia”, “Línea de fuego”, “Corredor nocturno”, “Desde el principio” y “Tan fácil de amar”. Pero también es autor de las novelas “Lejos del paraíso” y “Los hermanos Pastor en la corte de Moctezuma”, así como el libro de cuentos “Por la carne también”.
Parte de su obra literaria ha sido incluida en múltiples antologías, entre ellas, “Asamblea de poetas jóvenes de México”, compilación de Gabriel Zaid, obra publicada por Siglo Veintiuno, en 1980; “Los poetas van al cine”, selección y notas de Ángel Miquel, de Juan Pablos Editor / Ediciones sin nombre, en 1997; y “Antología. La poesía del siglo XX en México”, a cargo de Marco Antonio Campos, y editada en Madrid, en la Colección Visor de Poesía, en 2009.
Su emblemático libro “Redacción sin dolor” se publicó por primera vez en 1994 y en 21 años llevaba vendidos más de 150 mil ejemplares. Josefina Estrada dice que este libro ha tenido muchísimas reimpresiones, ediciones, “está circulando la sexta edición, y el cuaderno de trabajo ya va en la cuarta reedición”.
También lee:
Sandro Cohen fue coordinador de los becarios jóvenes, en el área de ensayo, para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes , hoy Secretaría de Cultura; fue jefe de redacción de Computación Personal México; director editorial del Grupo Editorial Planeta México; gerente de interés general del Grupo Editorial Patria; cofundador de Embargo de pecado; codirector de Vaso Comunicante y fundador de la Editorial Colibrí.
El poeta y ciclista apasionado, entró en agosto de 2019 en año sabático en la UAM para dedicarse a trabajar todos los proyectos que tenía pendientes. Entre ellos tenía contratos para nuevos libros con editorial Planeta, y para la nueva edición de “Redacción sin dolor”, así como actualizar otros libros que ya están agotados.
Otros de sus proyectos más acariciados era el curso en línea de redacción que daba junto con Josefina Estrada, y un maravilloso proyecto de cinco módulos con dibujos animados, música original, con voces de actores y con un equipo talentoso, para enseñar redacción de manera lúdica.
“Sandro proyectaba su jubilación para dedicarse a la creación y a tener otro negocio como lo fue Colibrí, que fue un proyecto editorial que duró 10 años y fue su aporte a la cultura, más el aporte que le ha dado a la UAM y el libro de redacción”, dijo Josefina Estrada hace unos días, cuando habló con EL UNIVERSAL sobre la hospitalización de Sandro Cohen, misma vez que señaló que la Universidad no estuvo a la altura de su catedrático, quien ha aportado toda su vida intelectual.
Cohen también fue colaborador de publicaciones como “Casa del Tiempo”, “Cielo Abierto”, “Computer Reseller News”, “El Nacional”, EL UNIVERSAL, “Excélsior”, “Fuentes”, “Information Week México”, “Laberinto”, “La Gaceta del FCE”, “La Jornada”, “La Letra y la Imagen”, “Norte / Sur”, “La Palabra y El Hombre”, “La Semana de Bellas Artes”, “Milenio”, “Plural”, “Proceso”, “Revista Mexicana de Cultura”, “Revista Universidad de México”, “Sábado”, “Sin Embargo”, “Tierra Adentro”, “Unomásuno” y “Vaso Comunicante”, entre otros.
Uno de sus libros más queridos fue “Zen del ciclista urbano”, una guía para que el ciclista pueda moverse dentro de la ciudad, cosas que por su propia experiencia descubrió y compartió. Dice Josefina Estrada que “Sandro conoce los baches de toda la ciudad, sabe cuándo se abrió un hoyo y cuándo lo taparon, él no puede dejar de pensar como ciclista. El ciclismo es otra de sus pasiones”.
En ese momento fue cuando su hija Leonora apuntó que, en términos de kilómetros, Sandro “le ha dado dos vueltas al mundo”.
Pese a su buen estado de salud, a su gran pasión por la vida y su enorme amor por su familia, Sandro Cohen cayó enfermo de Covid-19, un virus que ha sido letal para todo el mundo y para miles de mexicanos, muchos de ellos de la tercera edad. Sandro tenía 67 años y, con cariño, Josefina Estrada, con quien este año cumplirían 40 años de vida juntos, le llamaba viejito.
“Sandro me va a ahorcar porque le digo viejito, pero él hace muchas bromas de que es un pinche viejito carcamán decrépito que ya dio de sí. Hace bromas sobre su edad, y también por eso bromearía diciendo: ‘yo dormido y ustedes exhibiendo mi miseria física y económica’”, recordó la escritora en una de las entrevistas donde dio cuenta del estado de salud de su marido, a quien miles de amigos y lectores y alumnos rinden homenaje y lamentan su muerte.
nrv