Salvan el equinoccio en El Tajín
Mañana, diferentes sitios arqueológicos del país serán tomados por miles de personas con el pretexto de que van a “cargarse de energía”, y más allá de que esta actividad comenzó por invitación del conductor Raúl Velasco durante alguno de sus programas en los años 80, lo cierto es que en esas zonas laboran personas contratadas por honorarios, uno de esos sitios es El Tajín (Veracruz), que por un pelito de rana calva es cerrado por trabajadores del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura (SNDTSC), quienes acusan a Olaf Jaime Riverón, titular de esa zona arqueológica, de ser un funcionario prepotente. Tanto que fue Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quien se comprometió a solucionar los conflictos, porque si no lo hace, los trabajadores amenazan con tomar medidas que califican como “fuertes y radicales”. Además, recalcaron, no sólo serán en Veracruz sino a nivel nacional. Lo bueno es que se salvó del cierre una de las zonas más visitadas en estas fechas, pero falta ver cómo acaba todo ¿o será que alguien se queda sin puesto?
Nadie ve por "El Caballito"
Entre las esculturas de Sebastian en la Ciudad de México, sin duda la más conocida y vista es El Caballito, que se encuentra en Paseo de la Reforma. Sin embargo, en los últimos años parece que nadie ve por El Caballito: esa obra de por sí se deteriora dado que se usa como una especie de chimenea que arroja gases del drenaje profundo, nunca como ahora presenta daños de viejos grafitis y pintas, ruptura de las letras de su nombre, pérdida de pintura, oxidación y desgaste de la base que la soporta. En la historia de abandono del arte público de la capital ya se puede incluir El Caballito porque ni las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc ni la Secretaría de Cultura de la ciudad ni la Secretaría de Desarrollo Urbano voltean a atenderla aunque es una pieza emblemática y está en una de las esquinas más visitadas de la ciudad.
El Fonca no quiere “escritores orgánicos”
Hace unos días el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo —a propósito del polémico asunto que envuelve a Enrique Krauze y su presunta participación en una suerte de conspiración en contra del entonces candidato—, que se está buscando que el Estado “ya no proteja escritores, que no haya intelectuales orgánicos, que si los conservadores quieren tener ideólogos, que ellos los financien”. La declaración se da en medio de una fuerte discusión sobre el futuro del Fonca. Sin embargo, Alejandra Frausto aseguró que habrá “respeto a la libertad creativa”. “Esto es parte de los principios de una institución cultural, es el terreno de la libertad y es el terreno para lograr ciudadanos libres y críticos. Bienvenida la discrepancia y la posibilidad de confrontar ideas, esto es fundamental para una democracia y para un sistema de cultura abierto”, dijo. Nomás que por si aun queda duda sobre lo que estimulará el Estado, Marina Núñez, secretaria Ejecutiva del sistema de becas, decretó: “El Fonca no quiere escritores orgánicos”. Híjole, y si sacan un manual de cómo no ser “orgánico”, pa saber. ¿No?
