Gracias a la tecnología, el genial pintor español Salvador Dalí "resucitará" este mes para dar la bienvenida, charlar e incluso tomar fotografías a quienes visiten el museo dedicado a su obra en el soleado San Petersburgo de Florida.
A partir del 11 de mayo, día en el que el artista surrealista (1904-1989) cumpliría 115 años, el Museo Dalí de St. Petersburg, que cuenta con más de 2 mil obras, desde óleos, dibujos y acuarelas hasta grabados, fotografías, esculturas, documentos, libros y objetos artísticos, tendrá un atractivo adicional.
"Dali Lives", es una experiencia de realidad virtual basada en inteligencia artificial que permite interactuar con un Dalí que luce como cuando tenía unos 50 años y habla un inglés con un marcado acento en el que se advierte un chocante deje mexicano.
"Yo no creo en mi muerte, ¿Y usted?", pregunta Dalí desde una de las pantallas instaladas en el museo para esta experiencia única.
"Mi generación está acostumbrada a contemplar arte en dos dimensiones, pero el público joven necesita interactuar digitalmente con el arte", dice a Efe el director del Museo Dalí de St. Petersburg, el californiano Hank Hine.
La institución que dirige Hine es un ejemplo de cómo los museos pueden cambiar para acoplarse a los tiempos.
"Hay que redefinir la experiencia de visitar un museo", subraya Hine, quien advierte que no todo se limita a utilizar nuevas tecnologías. También es necesaria cierta "flexibilidad mental".
El fundamento del Museo de St. Petersburg es la valiosa colección de "dalís" atesorada por el empresario y filántropo Albert Reynolds Morse y de su esposa Eleanor Morse, que además de grandes compradores de sus obras fueron amigos del artista español y de su musa, Gala, desde los años 40 del siglo XX.
Décadas después, los Morse buscaban un hogar permanente para su colección y fue así como fue a parar a St. Petersburg, que hizo la mejor oferta y hoy recibe miles de turistas al año atraídos por un tesoro artístico que la hace única entre las ciudades de la costa oeste de Florida.
El museo, que abrió sus puertas en 1982 en una sede distinta a la actual y recibe unos 40 mil visitantes al año, quiere expandirse para poder organizar más "experiencias" como "Dali Lives".
El actual edificio de la institución, que se conoce como "El enigma" y destaca por unas estructuras esféricas hechas con más de un millar de paneles triangulares de vidrio que permiten ver el bello paisaje costero que lo rodea, abrió el 11 de enero de 2011 a las 11.11 horas de la mañana.
La reiteración del número once alude al día de nacimiento de Dalí, algo que seguramente habría gustado al excéntrico y ególatra artista de los bigotes encerados y apuntando al cielo, al igual que el hecho de "resucitar" tecnológicamente 30 años después de muerto.
"Dalí fue profético de muchas maneras y comprendía su importancia histórica", señala Hine.
"Una vez escribió: si algún día muero, lo que es improbable, espero que la gente en los cafés dirá: 'Dalí ha muerto pero no completamente'", señala Hine al explicar este proyecto para devolverlo a la vida que ha sido posible gracias a la empresa Goodby Silverstein & Partners (GS&P) de San Francisco.
El proyecto se inició mediante una recogida masiva de imágenes de entrevistas, charlas o comentarios de Dalí que sirvieron para que un algoritmo de inteligencia artificial "aprendiera" todos los aspectos de la cara y la expresividad facial del artista.
El paso siguiente fue buscar a un actor con un cuerpo y una presencia física similares a las de Dalí, a cuya figura se le incorporó con ayuda de inteligencia artificial las expresiones y rasgos faciales característicos de Dalí para revivir a quien se consideraba a si mismo el mejor pintor de su época, aunque muy inferior a los maestros renacentistas y a Velázquez.
Muchas de las palabras e ideas que salen de la boca de este Dalí virtual están tomadas de sus propias declaraciones y escritos y se complementan con mensajes mas actuales.
En el Museo Dalí de St. Petesburg no está prohibido tomar fotos como en otros museos del mundo. Es más, el Dalí virtual insta a los visitantes a tomarse "selfies" y los fotografía, dice Hine.
El director ejecutivo del museo subraya que está en "estrecho contacto" con el gerente de la Fundación Gala-Salvador Dalí en España, Joan Manuel Sevillano, con vistas a crear conjuntamente más experiencias interactivas en torno al pintor de Figueras.
A juicio de Hine, un museo que no es capaz de "aceptar al público en sus propios términos" no tiene "atractivo" alguno y se va a convertir en un museo "muerto".
Por eso, Hine y la junta directiva del Museo Dalí de St. Petersburg tratan de que las autoridades de esa ciudad de unos 250 mil habitantes y las del estado de Florida aprueben una ampliación que le daría un 67 % más de espacio para exposiciones y experiencias interactivas.
El proyecto ya diseñado cuesta 35 millones de dólares y la fundación que maneja el museo aportaría la mitad.
akc