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El guerrero levanta la mirada, implorante y atónita, hacia la joven que le está decapitando, una explosión de violencia sobre tela que podría ser una obra maestra de Caravaggio ... o una simple copia.
El misterio se desvelará tal vez el jueves durante la presentación en una galería londinense, tras dos años de restauración de este cuadro del Renacimiento que algunos consideran como la última gran obra del genio milanés.
Representa el episodio bíblico de Judith decapitando al general asirio Holofernes para defender la ciudad de Betulia.
El óleo de 144x173 centímetros fue descubierto en 2014 en un desván de la ciudad francesa de Toulouse, un hallazgo "muy importante" para el ministerio de Cultura galo.
Michelangelo Merisi da Caravaggio
mencionó la existencia de una obra similar en una carta a un amigo. Pero la atribución de cuadros al maestro del claroscuro, fallecido a los 38 años en 1610, es muy complicada porque no firmaba sus obras y porque le copiaban a menudo.
Caravaggio tiene ya una obra titulada "Judith y Holfernes", que pintó en 1598 y es muy distinta a la hallada en Francia.
Los propietarios del cuadro recurrieron al experto francés Eric Turquin, quien está convencido de que se trata de un Caravaggio.
Otro experto mundialmente conocido del pintor italiano, Nicola Spinosa, afirmó en 2016 a la AFP que también veía en esa obra "un Caravaggio auténtico".
"Es de una calidad excepcional y corresponde al período más importante del artista, en torno a 1605, el momento en el que mejor logra traducir en pintura el drama de los hombres", agregó.
Otros conocedores de la obra de Caravaggio están menos convencidos y atribuyen este cuadro a Louis Finson, un pintor flamenco (1580-1617) que fue su coetáneo y su copista.
La obra no ingresará en ningún caso en las colecciones francesas. Después de haberla declarado tesoro nacional, lo que impidió su venta en el extranjero hasta noviembre de 2018, el Estado francés dejó pasar el plazo de 30 meses durante el cual podía adquirirla.
La falta de certeza sobre la autenticidad o el alto valor estimado (120 millones de euros, 137 millones de dólares) del cuadro pudo jugar en la decisión del Estado de no adquirirlo, en momentos en que el presupuesto de los museos nacionales es reducido.
La obra podría salir a subasta al final de la próxima primavera (boreal), según la empresa especializada en el mercado del arte Artprice, en una venta organizada por el experto Eric Turquin en Toulouse, tras una gira por el extranjero.
akc