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Hace un año el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) abrió su Sala 10, una sala virtual, generada en medio del confinamiento. Cada mes presenta obras nuevas de diversos artistas y desde este año ha optado por dejar “abierta” durante tres meses la obra de cada uno.
Acaba de poner en línea Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la oscuridad), que es el tercer video de una serie llamada “Política sin oxígeno”, de Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975; vive y trabaja entre Berlín y Nueva York). “Abrimos el programa de la primavera 2021 haciendo una interpelación a la pregunta de cómo se piensa desde el arte un campo en donde la cuestión ya no es el humanismo, y en donde la subversión de nuestra condición biológica es parte de la agenda de la sociedad”, dice Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC.
“El presente es la suma total de todas las violencias políticas de la historia: los procesos coloniales del pasado y la terraformación que vino con ellos. Es por eso que el intento de predecir el futuro puede entenderse como una mezcla de impotencia y deseos de poder”. Esta es la primera de varias frases que se leen a lo largo del video que dura nueve minutos.
En una conversación entre Julieta Aranda y Cuauhtémoc Medina, que cita el Museo en un boletín, la artista dice que esta tercera parte de esa serie es sobre lo que llama “el espacio interior”, que va desde la religión, la metafísica, la ciencia y “los invisibles” en general.
“‘Nosotros’ es la circulación de la vida. No es un pronombre, es un proyecto”, se lee hacia el final del video.
“Nos llamó la atención de la pertinencia de la pieza en este momento —dice Cuauhtémoc Medina—. Estamos en un momento donde la relación con la ciencia, la cultura y el mundo natural está entrando en una crisis significativa, es una crisis de civilización, pero también de nuestra forma de pensar, de nuestra frontalidad. Esta obra está directamente enclavada en ese cuestionario, el cuestionario de cómo sobreponemos el antropocentrismo y el humanismo en relación a entender nuestro lugar en un conjunto de procesos entre especies, y de procesos de orden natural”.
Para Medina, la pieza de Julieta Aranda “apunta a poner en cuestión qué clase de cultura habremos de tener una vez que las condiciones de lo que llamamos Antropoceno entren a una verdadera reacción”.
Sobre este tema de un nosotros que expone el video, el curador habla de un nosotros desde el caso mexicano: “Entre las muchas cosas que se están debatiendo en México es efectivamente cuál es la definición del nosotros. Hay una posición que encuentro extremadamente peligrosa que está imaginando que el cuerpo anacrónico de la nación puede seguir siendo el centro de gravedad de nuestra producción cultural, y esto tiene un efecto opresivo en dos direcciones: en impedir las interacciones a nivel cosmopolita y en seguir forzando la dominación étnica interior. Yo sí afirmo que el nacionalismo es una ideología de discriminación, que al fin de cuentas tiene efectos de decisión sobre la vida de personas concretas. Y por tanto, verlo resurgir acríticamente, muy entrado el siglo XXI, es uno de los peores síntomas del momento presente”.
El video de Julieta Aranda, Rescatando mi propio cadáver, se puede ver en muac.unam.mx/exposicion/sala10-julieta-aranda