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El encanto de la prehistoria radica en hallar el origen de la cultura, dice Lorena Mirambell y Silva , una de las primeras mujeres mexicanas en dedicarse al estudio de esta área del conocimiento.
Sentada detrás del viejo escritorio del antiguo Departamento de Prehistoria, del Instituto Nacional de Antropología e Historia , lanza una mirada de nostalgia cuando recuerda que fue en 1961 que su maestro José Luis Lorenzo Bautista la invitó a trabajar su primera excavación.
La experiencia en campo fue tan intensa para la joven estudiante de arqueología que se olvidó para siempre del “glamour” de las pirámides, dice. Lo cambió para buscar los rastros sutiles de los primeros hombres que habitaron el territorio que hoy ocupa México.
“Aunque en un país como éste no es fácil dar proyección a los estudios de prehistoria ante la riqueza de las culturas prehispánicas, no se debe olvidar que fueron los cazadores-recolectores quienes iniciaron la revolución cultural y tecnológica, y es la prehistoria la que nos explica el desarrollo del hombre hasta alcanzar las grandes culturas”, detalló al INAH.
En la sede de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico (SLAA), este 20 de junio, Lorena Mirambell y Silva , investigadora emérita del INAH recibió un sentido reconocimiento por su trabajo y trayectoria en el estudio de las primeras sociedades humanas en territorio nacional, y sus contribuciones al desarrollo de los estudios prehistóricos en México.
Fauna pleistocénica en Santa Isabel. Ixtapan, Estado de México. Foto: INAH/ Cortesía Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico
En el marco del homenaje tiene lugar un coloquio, con la presencia de destacados académicos, especialistas en paleobotánica, paleontología, antropología física, arqueología y estudio del arte rupestre, cómplices en el trabajo científico y las pulsiones intelectuales de Mirambell.
La ceremonia de apertura fue encabezada por el director general del INAH, Diego Prieto Hernández , quien desatacó el trabajo pionero de Mirambell en el estudio sistemático de los primeros pobladores americanos y de las sociedades de cazadores-recolectores que recorrieron México, así como su persistencia hasta hoy como investigadora del INAH.
Diego Prieto destacó también su labor institucional como titular de la Sección de Laboratorios del Antiguo Departamento de Prehistoria (1970 a 1972) y presidenta del Consejo de Arqueología (1989 a 1992).
Dentro de las aportaciones más relevantes de Lorena Mirambell están sus exploraciones y estudios en distintos yacimientos pleistocénicos , como Tlapacoya y principalmente Rancho La Amapola, al lado del prehistoriador José Luis Lorenzo Bautista, porque rompieron paradigmas y fueron parteaguas para la prehistoria en México.
Diego Prieto también abundó sobre las publicaciones de Mirabell relativas al Pleistoceno Tardío, el momento histórico en que las primeras poblaciones de humanos, anatómicamente modernos, comenzaron a transitar en los pasajes del actual territorio continental.
Otra de las principales aportaciones de Lorena Mirambell a la arqueología mexicana está el desarrollo de métodos de estudio de la lítica, es decir, de las herramientas de piedra, de diversas épocas, coinciden en señalar los participantes en el coloquio-homenaje.
Lorena Mirambell y Silva
fue becada en 1965 para estudiar en Burdeos, Francia, en el Laboratorio de Geología del Cuaternario y Prehistoria, con Francois Bordes, uno de los prehistoriadores más importantes a nivel mundial, y geología ambiental en Londres, Inglaterra.
A meses de celebrar el 80 aniversario del INAH, el instituto recuerda el origen de los estudios de prehistoria de México, con el homenaje a una de sus más importantes impulsoras, finalizó Diego Prieto Hernández, al subrayar que el INAH fue la primera institución latinoamericana en contar con laboratorios para los estudios paleoambientales.
akc