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Una fotografía de los años 20 del siglo pasado, en la que aparecen 36 niños que rodean al Tío Aquilino, quien era el maestro de Asiego, un pueblo de Cabrales, en España, detonó en el poeta, ensayista y editor mexicano Fernando Fernández el rastreo de la migración asturiana a México y el relato histórico de la tierra de sus abuelos, que el próximo sábado recibirá el Premio Princesa de Asturias al Pueblo Ejemplar 2019.

Esa foto que el abuelo de Fernando —hijo del maestro Tío Aquilino— llevó consigo hasta el final de sus días dio lugar al libro Oriundos (Cataria, 2019), que en palabras del autor es “un libro sobre la forma en que emigraron los asturianos a México”.

El próximo sábado, un ejemplar de la edición española que acaba de comenzar a circular y ha tenido dos presentaciones en Asturias y en Oviedo, le será obsequiado a los Reyes de España, quienes acudirán a Cabrales a hacer entrega del galardón que está dotado con 25 mil euros.

Juaco López, a cargo del Museo del Pueblo de Asturias, en Gijón, aseguró hace unos días que Oriundos es la crónica de Asiego, “una crónica muy importante de lo que es el mundo rural asturiano y de lo que es el mundo de la migración de los asturianos en América; parece que sólo la distancia es capaz de lograr captar la esencia y la vida real de los campesinos y los migrantes asturianos, parece que esa distancia, en el caso de Fernando, que es tercera generación por parte de descendientes de Asiego, le lleva a volver al pueblo sin prejuicios”.

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Lo que Fernando Fernández hizo, en su regreso a Asturias y al pueblo entre 2002 y 2006, fue recabar todas las memorias de los niños que aparecen en la foto, ya octagenarios, y de los familiares; lo que logró fue reconstruir la historia de ellos mismos y del pueblo. “Son 30 estampas o 30 escenas donde aparecen unas 200 personas; evidentemente hay unos que son más protagonistas que otros, los miembros de su propia familia”, dijo López.

Al reconstruir la vida de todos estos niños que aparecen en la fotografía, Fernando Fernández en realidad reconstruye la vida del pueblo de Cabrales, la vida de un poblado rural asturiano, de todas las relaciones que surgen en ese pueblo y después cómo muchos emigraron a México; una recuperación de la historia en que se apoyó el expediente con el que ganaron el Princesa de Asturias.

Fernando Fernández, quien está en España invitado a la entrega del Premio, dice que en 2002 volvió para acudir al homenaje al padre de su abuelo, que era maestro y poeta, y es protagonista de la mítica fotografía escolar. “Ese día cambió mi ruta. La gente me empezó a contar recuerdos de hechos ocurridos 70 años antes. Tengo bastante información de todos, hay muchos de ellos que aparecen entretejidos en las historias del tronco principal del Tío Aquilino, su hijo Santos, mi abuelo, y la prima de Santos, que es mi abuela Fernanda”, señala.

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