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“El festín de los jazzeros”, mural policromático que el artista plástico Javier Vázquez Estupiñán , conocido como Jazzamoart, pintó en 1992 en acrílico sobre madera y que forma parte importante del acervo artístico del Auditorio Nacional , fue objeto de una restauración dirigida por el autor y desde ahora, ocupa un lugar especial en ese recinto.
La colocación de la obra de 4.65 por 7.32 metros en su lugar definitivo, un área VIP de ese recinto, comentó Jazzamoart en entrevista con Notimex, “es algo muy afortunado para todos, porque nunca pensé que mi trabajo fuera a tener la importancia que tiene hoy en día, ni que yo sería parte del grupo de artistas que aportan algo a la cultura de México”.
Artista plástico y músico,
recordó que pintó “El festín de los jazzeros” para cobijar en ese año al Festival de Jazz. “Mi pasión por la pintura y por el jazz me hizo crear la obra, pero nunca pensé que el Auditorio Nacional decidiera quedarse con una parte; la otra está en la Escuela Superior de Música con los jazzistas del futuro”, dijo.
El mural, recordó, sirvió de telón de fondo para ese memorable Festival de Jazz en el que tomaron parte los legendarios B. B. King, Ray Charles, Chuck Berry, Branford Marsalis, Al Di Meola, Herbie Hancock y Wayne Shorter, entre otros. El monumental biombo fue colocado al fondo del escenario y su colorido dialogó con la música de esos virtuosos.
“Jazzamoart” dejó ver su satisfacción porque en el Auditorio Nacional se presentan los artistas más encumbrados del momento, y destacó que muchos de ellos han manifestado su admiración por el arte creado a lo largo de la historia del país, desde el prehispánico hasta el actual , pasando por el generado en la Época Colonial y en los siglos XIX y XX.
En ese sentido, se reiteró como “un artista afortunado” porque los intérpretes de música, danza, artes escénicas y plásticas que lleguen a ese foro tendrán oportunidad de conocer la obra de un mexicano contemporáneo. “A veces, esos artistas sólo conocen México del aeropuerto al auditorio y de regreso; así, al menos conocerán mi mural, símbolo de lo que se hacen hoy aquí”.
Informó que a la acertada decisión de los directivos que el Auditorio Nacional tenía en 1992 para adquirir los paneles que conforman “El festín de los jazzeros”, se compara con la que recientemente tomaron los actuales ejecutivos del recinto para rescatarlo y pedir al autor que dirigiera su restauración, la cual ya ha quedado perfectamente bien terminada.
El mural no estaba en desgracia ni en malas condiciones; sin embargo, el inexorable paso del tiempo y la acción de elementos como el polvo lo fueron deteriorando. El equipo de arquitectos y restauradores que apoyaron a Jazzamoart, en esta delicada tarea, así como sus propios colaboradores lograron un rescate extraordinario con un resultado muy feliz.
La presentación del mural restaurado se dio en el marco del tercer Big Band Fest, que la noche de este miércoles tuvo lugar en el Auditorio Nacional. Jazzamoart tomó parte y sobre el escenario, realizó una obra plástica, creación que podría pasar a ser parte del acervo del recinto.
akc