A la esquina de Londres y Allende, en Coyoacán, los taxistas y vendedores de recuerdos con la imagen de Frida Kahlo regresaron la mañana de ayer porque reabrió el Museo Frida Kahlo.

La Casa Azul, donde nació y murió la pintora, recibió a turistas nacionales y extranjeros que se enteraron por Internet que abriría sus puertas, a familias que por casualidad visitaban Coyoacán, y a admiradores de la artista.

No hubo —dijo Gisel, una vendedora de bolsas con la imagen de la pintora— los miles de visitantes habituales, pero fue el principio. Hasta las 17 horas, cuando se cerró, 132 personas, además de personal y periodistas, visitaron el museo; la asistencia habitual es de 2 mil 100 al día.

Una marimba se escuchaba desde la esquina de Allende. Volvió a traer la fiesta que por casi seis meses se ha apagado alrededor de las turísticas calles del barrio Del Carmen. Los músicos pudieron volver a tener un buen día; también un día menos malo tuvieron los seis taxistas que están afuera de la Casa más visitada en Coyoacán, así como las mujeres que ofrecen artesanías, que ahora venden además cubrebocas.

A través de los muros se filtraban las notas de la “Canción mixteca”, “El feo” y otras letras mexicanas; los visitantes, en grupos de máximo cuatro, iban pasando de sala en sala. Lo cierto es que buena parte del día no hubo numerosos grupos, como es común ver en este museo.

En la calle y a lo largo del Museo se ubicaron medidas: señales que marcan distancia, que aclaran cuántas personas pueden es tar en una sala, que trazan la dirección a recorrer, todo con los colores del Museo. También con plantas se definieron caminos que el espectador puede transitar; la idea ahora es que después de la visita, la salida sea por la puerta más cercana a Abasolo, para evitar que los que llegan y los que salen estén en contacto. Toma de temperatura, gel, cubrebocas y desinfección del calzado son requisitos para entrar.

Regresan público, música y artesanos a la Casa Azul
Regresan público, música y artesanos a la Casa Azul

De visita

Aunque viven en Dallas, Julliet y Max han estado en Ciudad de México algunos días de la cuarentena; ellos se enteraron por Internet de que el Museo estaba abierto y conocerlo les pareció fascinante.

Karina y Horacio son dos mexicanos que viven en San Antonio, y aprovecharon su último día en México para ir al museo.

Michelle vino de Tijuana y fue con sus hijos y su tía. “Ella (Alia, la niña) quería venir al museo, pero como estaba cerrado vinimos a verlo por fuera y al ver que estaba abierto pasamos”, comentó Michelle. Alia dijo a su vez: “Me gusta el Frida Kahlo porque me gusta el arte y me gusta pintar mucho”.

Regresan público, música y artesanos a la Casa Azul
Regresan público, música y artesanos a la Casa Azul

La directora del Museo Frida Kahlo, Hilda Trujillo, celebró la reapertura y recordó que varios museos independientes se han preparado durante meses para salvaguardar personal, obras de arte, patrimonio y al público.

“En estos meses que nos tuvimos que renovar con lo digital, aprendimos que hay que reinventarse ante una crisis tan fuerte como esta pandemia. El arte, la ciencia y la educación son los únicos instrumentos que hay para ello”.

La directora precisó que el Museo recibirá sólo 25% de aforo, y a través de preventa en línea. El recinto busca generar otras experiencias para ofrecer alternativas de visitas, más cerradas y a grupos pequeños, tras el cierre habitual de las 17 horas.

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