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María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, dijo que las reformas al Reglamento de Becas para el Fortalecimiento de la Comunidad de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación son cambios que “pueden hacer la gran diferencia”.
El 21 de enero, se publicó el anteproyecto del Reglamento de Becas en el portal de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), y en la fracción IV del artículo 20 indicaba que será causa de suspensión del apoyo “cuando alguna Becaria que se encuentre embarazada, en parto o puerperio, así como a los Becarios que sean padres, presentando la documentación que lo acredite”.
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Pero el 11 de febrero, María José Rhi Sauri, directora Adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt, señaló que con las modificaciones no se ha buscado restringir los derechos de las becarias, aunque “derivado de la controversia generada por la interpretación de ese artículo se modificará la redacción al numeral para indicar que esta prerrogativa se realizará a petición expresa de las becarias, lo que antes sucedía era la cancelación de la beca. Ahora hay la opción de suspenderla”.
Ayer, Día Internacional de la Mujer, Álvarez-Buylla indicó: “Antes, una mujer, en el reglamento de Becas, decía que un embarazo o proceso de crianza temprana implicaba que tenían que interrumpir el trabajo de su beca y no se interrumpía la vigencia, pero podía perderla. Eso lo quitamos del Reglamento para que las personas —también hombres que decidan dedicar tiempo a la crianza y tener familia a mitad de un proceso educativo— puedan interrumpir la vigencia y solicitar además al Conacyt, si así lo requieren, apoyo para no quedarse sin apoyo durante ese tiempo. Ese tipo de cambios pueden hacer una gran diferencia”.