En vísperas del quinto aniversario del terremoto del 19 de septiembre de 2017 , en un recorrido en los templos San Bernardino de Siena, Santa Cruz Acalpixca y San Gregorio , ubicados en Xochimilco , y La Asunción de María, en Milpa Alta —construcciones catalogadas como inmuebles históricos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH )— se pudo constatar la falta de supervisión por parte del Instituto en esta zona, modificaciones en el diseño de las edificaciones, así como uso de materiales, como concreto y cemento, que no son compatibles con los originales.
Modifican inmuebles históricos
En el templo de Santa Cruz Acalpixca, del siglo XVI, los trabajos de restauración son notorios: pintura nueva tanto al exterior como al interior, campanario nuevo, el piso en el que cayó parte del inmueble fue sustituido, al igual que la estatua de fray Tarcisio M. Bressan Ventura, destruida por el colapso del campanario. A simple vista parece que es una misión cumplida, sin embargo, Alejandro Juárez, catequista, acólito y secretario del consejo parroquial que ha dedicado su tiempo a la iglesia, dice que hay modificaciones: “El campanario no se parece al original, pero uno lo ve desde abajo y parece que no pasó nada. Se ve bien, ¿funcional? Pues no”.
Juárez explica que el campanario tenía a los costados alas de medio metro cada una que permitían que diera la vuelta completa y tocara. La constructora omitió esos espacios y ahora sólo pueden hacerla sonar improvisando una cuerda.
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El también ingeniero, que dice asistir al párroco en temas de mantenimiento, indica que la constructora no conocía el diseño anterior del campanario, pues ni el templo ni el INAH cuentan con un archivo histórico del inmueble, y tuvieron que recurrir a fotos de vecinos para comprobar la modificación. Agrega que no pudieron advertir el cambio, pues el tapiado obstruía la vista durante la reconstrucción. “Quedaron de venir a arreglar, pero no creo que vengan ya”, lamentó. Otra denuncia es que la constructora dijo que la pintura era “especial” para absorber la humedad, pero hay manchas en los muros.
El campanario de Santa Cruz Acalpixca tiene otro diseño porque la constructora no sabía cómo lucía antes, explica el secretario del consejo parroquial.
Sobre el cambio en el campanario, Mariana López , de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, dice que no se regresará a hacer modificaciones, y aunque se le informó que la campana ya está colocada, dice que no es posible. Su argumento es que se entregaría una nueva, por lo que consideran que la restauración no terminó, contrario a lo que se indica en un informe publicado en julio de 2022 por la Comisión para la reconstrucción de la Ciudad de México. Sobre la campana ya puesta en la torre, dice: “Si hubieran subido la campana o hubiesen comprado una campana, nos hubiésemos enterado”.
“Esos son errores sancionados por la misma Ley Federal de Monumentos Históricos . No es posible alterar la fisonomía, estructura original ni la funcionalidad de un inmueble”, explica el arquitecto Alberto Ruiz Cacho, exdelegado del INAH, a quien se le consultó sobre las malas prácticas de restauración.
Alejandro Juárez señala que para la mayoría de los trabajos se pudieron reutilizar los materiales originales, pero detalla que para pegar las rocas del campanario se usó concreto, material que también se inyectó en las grietas de los pilares del inmueble.
Alejandro Juárez
Consejo parroquial del templo de Santa Cruz Acalpixca
“El campanario no se parece al original, pero uno lo ve desde abajo y parece que no pasó nada. Se ve bien, ¿funcional? Pues no”
Una restauradora de la ENAH (que pidió mantener la confidencialidad) dice que materiales contemporáneos como concreto, cemento y pintura vinílica no son adecuados para reconstruir edificios antiguos, pues son más pesados que el adobe y la cal, por lo que vuelven las construcciones más inestables si hay sismos.
Ruiz Cacho compara la mezcla de materiales antiguos y contemporáneos con juntar agua y aceite. Al respecto, el arquitecto Antonio Mondragón , director de apoyo técnico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, dice que se hace uso de materiales contemporáneos en ocasiones excepcionales, como cuando el edificio tiene intervenciones no autorizadas por el INAH.
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Agrega que en esos casos se requiere una evaluación. Al ser cuestionado sobre por qué es posible que se hagan estos trabajos no supervisados, el arquitecto explica que las comunidades tienen buenas intenciones, pero no conocimiento sobre restauración y que el INAH no tiene recursos para hacer revisiones periódicas.
San Gregorio de Atlapulco también tuvo modificaciones en la restauración. El campanario que colapsó en 2017 hoy tiene una altura “un poco menor” para “guardar proporciones con el resto del edificio”, dice Mondragón. Otro cambio fue la barda de la entrada, que también se cayó y que debió ser reconstruida, pues la anterior no tenía cimentación. La nueva barda está unos centímetros más adelante que la antigua, esta diferencia la delata la reja original que aún está de pie en el lugar. Para el arquitecto, la diferencia se debe a que la cimentación “ensancha el muro en la base”.
La altura del campanario de San Gregorio Magno se modificó en la restauración, ahora es “un poco menor” al original.
Esperan recursos
De acuerdo con el Informe sobre el avance en las obras de Reconstrucción del Patrimonio Cultural de los Pueblos Originarios de la Ciudad de México de julio de 2022, de los 11 templos dañados en estas alcaldías, sólo San Gregorio y La Asunción de María están pendientes de concluir, pero tienen un avance de 90%.
En La Asunción, ubicada en Milpa Alta, falta la construcción del campanario. En la zona aún es posible ver la torre a medio construir, el andamio y cascajo entre los jardines. En el caso de San Gregorio “falta colocarle cuerdas al badajo de la campana, parece sencillo, pero se debe diseñar con poleas”, dice López.
No hay fecha para concluir al 100% estas restauraciones pues están a la espera de los recursos del Fondo de Reconstrucción de la Ciudad de México, según Mondragón. Además, los funcionarios del INAH coinciden en que la desaparición del Fonden y los recortes presupuestales que ha padecido el Instituto en este sexenio han implicado otro reto.
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Alberto Ruiz Cacho
Exdelegado del INAH
“Son errores que la Ley Federal de Monumentos Históricos sanciona. No es posible alterar la fisonomía, estructura original ni funcionalidad de un inmueble”
La ayuda francesa
En el templo de San Bernardino de Siena los daños del sismo son imperceptibles. En 2018, Francia se comprometió a restaurarlo. Este pacto representó “una primera etapa en la estructuración de la cooperación cultural con México”, declaró entonces el Ministerio de Cultura de Francia. Araceli Peralta, cronista de Xochimilco, recuerda que especialistas franceses visitaron México, sin embargo dice que esta colaboración no se concretó y que un experto sólo ofreció un taller sobre cantera. Los funcionarios del INAH explican que en realidad la cooperación consistió solamente en asistencia técnica. Se solicitó entrevista a la Embajada de Francia en México y al Ministerio de Cultura de Francia para conocer los detalles de esta cooperación, pero no hubo respuesta.
Francia firmó un compromiso para ayudar a restaurar San Bernardino de Siena (Xochimilco), pero según el INAH el apoyo consistió sólo en asesorías.
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