Un tribunal de Lérida confirmó otra condena de dos años y medio de cárcel para Pablo Rivadulla , conocido como Hasel , por amenazar a un testigo de un juicio contra un guardia urbano de esta ciudad catalana, una pena que podría sumarse a la que ya cumple en una prisión leridana.
Hasel ingresó en la cárcel por una condena a nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación para ejercer cargo público y al pago de casi 30 mil euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las instituciones del Estado español.
El rapero ya fue sentenciado en 2014 a dos años de cárcel por enaltecer el terrorismo aunque la Audiencia Nacional española decidió en 2019 dejarla en suspenso por circunstancias como que carecía de antecedentes penales cuando fue condenado, mientras que luego sumó otras condenas por otros delitos, entre ellas la confirmada ahora en Lérida, y está a la espera de otro juicio por atacar a la Policía de Cataluña.
Foto: Pierre-Philippe Marcou / AFP
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Su ingreso en prisión ha sido denunciado por numerosas voces de ámbitos como el cultural en España, incluidos reconocidos artistas, y por organizaciones como Amnistía Internacional, mientras el Gobierno español se ha comprometido a revisar la legislación para que determinadas manifestaciones en el contexto artístico no conlleven la cárcel.
Encarcelamiento de Hasel enciende la calle y la política en España
El encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, a quien este jueves le fue confirmada otra condena a prisión por amenazar a un testigo, ha desencadenado una serie de protestas con altercados violentos, decenas de heridos y detenidos en España, además de caldear la política española con un nuevo desencuentro en el Gobierno de coalición.
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Hasel ingresó el pasado martes en prisión tras ser detenido por la Policía, para cumplir nueve meses de condena por delitos como enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona, y desde entonces se sucedieron disturbios cada noche en varias ciudades del país, especialmente violentos en Madrid y Barcelona.
El apoyo de uno de los líderes de la formación de izquierda Unidas Podemos a las protestas desató las críticas incluso desde el Partido Socialista, con el que gobierna en coalición, en un nuevo choque entre ambos socios del Gobierno, en medio de un amplio debate en el país sobre las consecuencias penales de los limites de la libertad de expresión.
nrv