Para el tenor, participar el 11 de febrero, a las 17:00 horas, en la celebración por los 90 años del como uno de los protagonistas —junto a la soprano Karen Gardeazabal— de la ópera temprana de Giuseppe Verdi, "Giovanna D’ Arco", es significativo.

En primer lugar —dice, en entrevista, el tenor— porque es un rol nuevo en su amplio catálogo de óperas: "Verdi escribió 27 obras y con ésta son 20 obras de Verdi que canto. Tiene un significado, es especial que cante una obra tan rara de Verdi. Es importante para mí Después que esté en Bellas Artes. Estuve en el aniversario 50 del Palacio y ahora estoy en el aniversario 90. Me siento contento y orgulloso".

Sobre esta obra, cuya dirección escénica hacen Juliana Vanscoit y Fabiano Pietrosanti con la dirección concertadora de Felix Krieger y el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, Vargas dice que tiene un significado especial en el presente, "hablando de lo que le ha sucedido a las mujeres en el tiempo y la historia, creo que Juana de Arco fue una víctima total. Me atrevo a decir que su muerte fue un feminicidio. El odio que sufrió fue porque era mujer. Si un hombre hubiera hecho lo que Juana de Arco no le habría sucedido nada.

Retratos de Ramón Vargas , tenor por el montaje de l ópera Juana de Arco en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes ubicado en el centro histórico. Foto: Fernanda Rojas/ EL UNIVERSAL.
Retratos de Ramón Vargas , tenor por el montaje de l ópera Juana de Arco en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes ubicado en el centro histórico. Foto: Fernanda Rojas/ EL UNIVERSAL.

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Las palabras de Vargas puede ser simbólicas, además, porque el personaje que interpreta es Carlos VII, uno de los grandes defensores de Juana de Arco: "Vamos a sacar tres fuentes: la original, que es el relato histórico y verdadero sobre Juana de Arco; la obra que hizo Schiller sobre ella, en la que Verdi se inspiró y después lo que hizo el libretista.

En la ópera Carlos VII es una persona en un estado de grandísima dificultad emocional y social porque estaba en un país que tenía más de 90 años en guerra, sin parar, y él se sentía preocupado por el cansancio del pueblo. En ese momento histórico nace Juana de Arco, quien empieza a tener alucinaciones y sueña con la coronación del rey, lo cual tenía un significado de unificación social porque él era el rey, pero sin coronarse. También había una situación totalmente religiosa y estas manifestaciones, estos sueños que tenía Juana le hicieron ver que a ella le correspondía convencer al rey de coronarse y tomar las riendas del ejército. Algo que parecía una locura", afirma el tenor sobre esta puesta en escena que no se había montado en México desde 1857, y que también tendrá funciones el martes 13 y jueves 15, a las 20:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes con la participación del barítono rumano Mihai Damian, el bajo Alejandro López y el tenor Alberto Galicia.

En escena hay alrededor de 70 cantantes del Coro del Teatro de Bellas Artes, a quienes dirigirá Rodrigo Cadet. Históricamente, continúa Vargas, confluyeron varias circunstancias para encumbrar a Juana de Arco: "Ella dio la orden militar de atacar y eso tuvo como resultado la primera batalla ganada en 15 años. Así, Juana de Arco, vidente y tan santa, extremadamente religiosa, empezó a crear su fama con el rey. Lo que Schiller narra es que Carlos VII y Juana se enamoran, pero ella había jurado no tener ninguna relación erótica ni glorias relacionadas con la parte terrenal. Su trabajo era espiritual y su intención era irse al terminarlo, pero cuando esto sucede, ella ya no era la muchachita pastora, sino una figura importantísima en toda Francia. Lo que es muy interesante es ver este proceso de la gente que primero la apoyaba y después le dio la espalda a través del fanatismo".

Retratos de Ramón Vargas , tenor por el montaje de l ópera Juana de Arco en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes ubicado en el centro histórico. Foto: Fernanda Rojas/ EL UNIVERSAL.
Retratos de Ramón Vargas , tenor por el montaje de l ópera Juana de Arco en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes ubicado en el centro histórico. Foto: Fernanda Rojas/ EL UNIVERSAL.

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El padre, por ejemplo —explica— tenía una representación de la Inquisición y creía que su hija no era normal y debía ser quemada para alcanzar la purificación. "La vida de Juana de Arco es especial, única, y tiene que ver con el fenómeno y con el presente de las mujeres en el mundo. Yo creo que su muerte fue un feminicidio porque existía una fuerte aversión contra las mujeres que no estaban en casa, siendo devotas de su familia y marido. Juana de Arco salía de dichos esquemas. Sabemos que en la vida real fue quemada, pero Verdi tuvo piedad hacia ella y la hizo morir en batalla", recalca el artista.

Es curioso que en la versión de Schiller, Carlos VII le pide a Juana de Arco que se vuelva su esposa: "Era algo cómodo para el rey. Para Schiller había un enamoramiento basado en la admiración. Yo pienso que el enamoramiento tiene mucho que ver con la admiración".

Una de las razones por las que la ópera no se montó en México desde 1857 es porque se trata de una obra difícil y temprana de Verdi: "Entonces, Verdi no era muy hábil en la parte teatral. Entre ciertos actos pasan años. Entre el primero y segundo acto pasan tres años de batalla, y hay datos que si uno no sabe sobre Juana de Arco es difícil comprender lo que sucede en escena. En ese transcurso de tres años, Juana se convierte en la comandante del ejército francés; ella era como un amuleto, cuando estaba las batallas eran una victoria. Juana se subía a su caballo, con su espada y su bandera y salía al frente, al campo de batalla con todos los soldados enardecidos detrás de ella".

Sin embargo, el hecho de que se trate de una pieza temprana no demerita al compositor italiano: "Verdi cambió el modo de ver la ópera. Rossini, entonces, era maestro del bel canto y jefe del movimiento belcantista, en el que las emociones se expresan a través de la belleza de la melodía y de la voz. Para Verdi eso no bastaba y creía que había que sacar también las emociones a través del texto. Rossini decía que lo que le daba sentido a la ópera eran las emociones, la música por sí misma y Verdi cambió esto.

Retratos de Ramón Vargas , tenor por el montaje de l ópera Juana de Arco en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes ubicado en el centro histórico. Foto: Fernanda Rojas/ EL UNIVERSAL.
Retratos de Ramón Vargas , tenor por el montaje de l ópera Juana de Arco en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes ubicado en el centro histórico. Foto: Fernanda Rojas/ EL UNIVERSAL.

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