Durante la develación de la estatua de Leona Vicario , la cual formará parte del "Paseo de las heroínas" en la Avenida Reforma, Beatriz Gutiérrez Müller , presidenta honoraria del Consejo de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, recordó los esfuerzos de Vicario por construir una República, de quién aseguró no se le grabó entregando dinero a la lucha independentista. Pero ¿quién fue este personaje?
María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador (10 de abril de 1789), mejor conocida como Leona Vicario, fue hija del comerciante español Gaspar Martín Vicario y de Camila Fernández de San Salvador y Montiel. Al quedar huérfana a los 18 años de edad, heredó la fortuna familiar con la que pagó sus estudios en las Bellas Artes.
Vicario es considerada la primera periodista de México , profesión que ejerció en los periódicos El Semanario Patriótico Americano, El Federalista y El Ilustrador Americano, a través de este último fue por donde los insurgentes la contactaron, para poco después unírse a ellos en la guerra de Independencia. Ahí su rol fue compartir información sobre lo que sucedía en la capital y también financiar la causa.
También lee:
En 1813 se casó con Andrés Quintana Roo , un abogado, poeta y político que también formó parte de los insurgentes. Tras su encarcelamiento por ser conspiradora -y su subsecuente escape a Oaxaca- a Vicario y a su esposo se les ofreció el indulto, el cual rechazaron.
Después de unirse a las tropas de José María Morelos y Pavón y lograr la Independencia, Vicario aceptó un segundo indulto al ser aprisionada una vez más, poco antes había dado a luz a su primer hija. Este perdón la condicionó a partir hacia España y le valió la restitución de sus bienes. Aunque al final permaneció en México, regresó a su casa ubicada en la calle de Cocheras -hoy República de Brasil- en la capital, junto a sus tres hijas y su esposo, y continuó con su carrera periodística y política.
También lee:
Falleció el 21 de agosto de 1842 a los 53 años de edad y a cuatro días de su muerte se le conceió el título de Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria por el Congreso de la Unión en 1842.
El 28 de mayo de 1900 sus restos -junto con los de Andrés Quintana Roo- fueron llevados a la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores. Pero 25 años después los restos de la heroína fueron trasladados a la Columna del Ángel de la Independencia.
fjb