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Estudiantes, aficionados y familias completas se dieron cita en el estadio de Ciudad Universitaria para ver el partido América vs Pumas . Era un domingo de futbol como cualquier otro, pero ese 26 de mayo de 1985 quedó marcada una tragedia en la historia del futbol mexicano.
Ocho personas, entre éstas tres menores de edad, perdieron la vida en una estampida que ocurrió en túnel 29, que conducía al ingreso al estadio.
Autoridades explicaron que la venta de boletos falsos fue el detonante del accidente. Hubo más de 70 lesionados, las familias y amigos buscaban entre los desmayados a sus seres queridos.
"(E)l partido se desarrolló conforme al horario establecido e incluso el sonido local nunca informó lo que había ocurrido, menos aún los cronistas televisivos", reportó EL UNIVERSAL .
Foto: Hemeroteca El Universal
Pisoteados, mueren 8 aficionados al entrar al futbol
27 de mayo de 1985
Una muchedumbre invadió el túnel 29 y provocó el drama
- Hay más de setenta lesionados
- Aunque hubo mucha policía, faltaron medidas de precaución
Por Saúl López y Guillermo Valencia, reporteros de EL UNIVERSAL
Ocho personas muertas -entre ellas tres menores de edad-, más de 70 lesionados y 21 detenidas, fue el resultado de los disturbios ocurridos ayer al mediodía en los túneles de inmediaciones del estadio México 68 de Ciudad Universitaria.
La desorganización que prevaleció en el coso de la UNAM , la tibieza e imprevisión de las autoridades policiacas y de la vigilancia interna de esa máxima casa de estudios para controlar la asistencia, así como la agresividad de algunos de los aficionados, fueron los factores que provocaron la pérdida de vidas, lesiones y daños materiales, que se reportaron.
Por su parte, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal , por medio del licenciado René Paz Horta , subprocurador informó que se abrió la averiguación previa número 22/3522/985, para deslindar responsabilidades y agregó que se brindarán facilidades para la entrega de los cuerpos a los deudos, y que de inmediato e iniciaron las investigaciones de las causas que originaron los hechos.
Foto: Archivo El Universal
En cuanto a la Secretaría General de Protección y Vialidad, el parte fue escueto y sólo se mencionó que poco antes del partido de futbol un grupo de aficionados había tratado de entrar a la fuerza al estadio cuando las puertas del mismo habían sido cerradas lo que provocó que en el tumulto fallecieran ocho personas; en cuanto al número de lesionados éste se dijo era indeterminado pues muchos de ellos se retiraron por sus propios medios del lugar.
La Cruz Roja Mexicana , informó que esta institución había atendido en el lugar a 30 personas que no ameritaron hospitalización, en tanto que 29 más fueron trasladadas al hospital de la colonia Polanco, en donde después de darles atención, fueron dadas de alta, aparte de las 12 que fueron trasladadas al nosocomio de Xoco.
Siete de las víctimas fallecieron en el túnel 29 localizado en la parte sur del estadio, sobre la avenida de los Insurgentes, antes de que se iniciara el encuentro. Todo se generó cuando más de 20,000 fanáticos -unos con boleto y otros sin éste- corrieron hacia la entrada del pasaje el cual ya estaba cerrado, sin embargo, el empuje fue tal que varios de los barrotes fueron arrancados de su base y esto dio paso a la multitud, ya sin control. La octava muerte se produjo en el hospital de Xoco.
Parte de este pasaje ya estaba bloqueado por otros aficionados, quienes llevaban consigo a sus hijos, muchos de ellos menores de edad, los que fueron atropellados por la muchedumbre.
En este momento las autoridades policiacas dieron la orden de desalojar al gentío utilizando para ello a la Policía montada, pero la disposición fue tardía, en el túnel ya habían quedado exánimes bajo los pies de decenas de personas dos menores y cinco adultos.
Una vez que la multitud fue retirada quedaron en el piso gran cantidad de personas, que inmediatamente fueron atendidas por el personal de socorristas de la Cruz Roja y del ERUM, mientras que familiares de algunas de éstas los buscaban afanosamente entre los desmayados.
Escenas desgarradoras se vieron cuando un padre que segundos antes le había sido arrebatado su hijo por la muchedumbre, lo recogió y trató de reanimarlo, pero éste ya había fallecido.
A los lesionados, se les trasladó a bordo de las ambulancias 1, 2, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 21, 23, 25 y 30 de la Cruz Roja al hospital de la colonia Polanco y al de Xoco, en tanto que en el lugar se atendieron a los que resultaron con heridas mínimas.
Foto: Archivo El Universal
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Los cuerpos de quienes fallecieron se colocaron a la salida del túnel fatídico, y después se les regresó al pasaje, debido a que en esos momentos todavía mucha gente buscaba la forma de colarse al estadio, sólo que para entonces la Policía ya actuaba rígidamente, según reza el refrán “después de niño ahogado tapan el pozo”.
Cabe señalar que, el partido se desarrolló conforme al horario establecido e incluso el sonido local nunca informó lo que había ocurrido, menos aún los cronistas televisivos.
Las broncas entre los aficionados menudearon: una de ellas ocurrió en el minuto 25 del segundo tiempo del lado de la tribuna de la porra de los pumas, cuando varios aficionados en la cabecera izquierda del estadio comenzaron a reñir entre ellos y a golpearse con palos, banderines y botellazos.
La bronca duró cerca de cinco minutos y mucha gente que no intervino en los golpes también sufrió heridas al querer huir del lugar y tropezarse en las tribunas.
Afortunadamente entre ellos mismos se controlaron y la situación no pasó a mayores.
Antes de ello, varios cohetones estallaron en el centro de la tribuna auriazul, resultando con leves quemaduras los aficionados que habían logrado burlar la vigilancia tanto interna como policiaca y metieron los explosivos.
Es de mencionarse que los “porros” que irrumpieron en el estadio, destruyeron parte de las tribunas y con los pedazos de roca los utilizaron como armas que lanzaron contra los aficionados.
Se debe señalar también que, horas antes del partido llegaron hasta el estadio centenas de “porros” sin boleto, a quienes las autoridades tanto policiacas como de vigilancia interna les permitieron la entrada lo que los obligó a cerrar las puertas cuando el coso ya estaba a reventar hasta los pasillos y los túneles, lo que motivó que muchos aficionados con boleto tuvieran que regresar a sus hogares ya que, no pudieron entrar.
Foto: Hemeroteca El Universal
Identifican víctimas
A las 13:00 horas fue avisado el agente del Ministerio Público de la vigésima segunda delegación que en el estadio de la UNAM había siete cuerpos sin vida en el túnel 29, de inmediato se trasladó el funcionario a realizar la inspección (…) y dar fe de los hechos.
Al mismo tiempo, acudieron a esa delegación el subprocurador René Paz Horta y el director de Averiguaciones Previas, licenciado Abraham Polo Uzcanga, quienes coordinaron las diligencias para agilizar los trámites y entrega de los cadáveres.
Se integró el acta número 22/3522/985, que tuvo un (…) con la trigésima quinta agencia investigadora, que se encuentra localizada en el hospital de Xoco, donde sobrevino el deceso de otro menor.
Antes de que fueran trasladados los cuerpos al anfiteatro de la delegación, el lugar era ya escenario de cuadros dolorosos, en lamentable combinación de curiosos que se (…) en las afueras del edificio y, con cara de asombro y morbosidad, cuchicheaban entre sí lo que pensaban que había sucedido.
Más tarde, al filo de las 14:30 horas, las oficinas de la demarcación fueron testigo de escenas dramáticas cuandos los familiares de quienes habían fallecido se presentaron a realizar la identificación legal de sus parientes y reclamarlos.
Juan Barranco Martínez, padre de Juan Carlos Barranco (…), éste de 12 años de edad -una de las víctimas-, quedó destrozado con los ojos enrojecidos por el llanto y todavía tuvo que pasar por el tormento de recordar los hechos para poder rendir su declaración.
Foto: Hemeroteca El Universal
- Nosotros, mis hijos Juan Carlos y Juan Gabriel, de 12 y (…) años de edad, salimos temprano de nuestro domicilio, en Ciudad Satélite, hacia la colonia Polanco donde nos juntamos con otros padres de familia y sus hijos para dirigirnos hasta el estadio universitario.
- Llegamos poco antes de las once de la mañana y después de estacionar nuestro vehículo nos dirigimos al túnel por donde teníamos marcada la entrada en el boleto.
- Cuando llegamos al pasaje y entramos fueron cerradas las puertas porque ya no cabía más gente, yo llevaba de la mano a mis hijos y al momento en que nos dirigíamos a nuestros asientos escuché un rumor y vi con horror cómo una muchedumbre se venía contra nosotros.
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- Sólo logré pegarme a la pared. En ese momento uno de mis hijos, Juan Carlos, me fue arrebatado por el río humano, sólo alcancé a subir a Juan Gabriel al cuello y a otro de los muchachos en uno de mis hombros, así fui llevado en peso hasta fuera del túnel. Allí varias personas que estaban arriba me tomaron a los niños.
- Después de que se calmó todo, busqué a mi otro hijo, Juan Carlos, el que me fue arrebatado. Lo encontré tirado en el túnel, flácido sin hablar, traté de reanimarlo. Lo saqué y allí alguien me dijo que estaba muerto.
Junto con este menor quedaron identificados también, en la vigésima segunda delegación, Gabriel Sánchez Hernández, de 21 años de edad, estudiante del segundo semestre de ingeniería de la UNAM; Alfonso Martínez Hilario, de 39 años de edad, contador público; Gonzalo Rufino Enríquez, de 15 años de edad y, en el hospital de Xoco uno de los 12 lesionados que fueron llevados a ese lugar y que falleció cuando se le practicaban las primeras curaciones, José Víctor Herrera de la Rosa, de 12 años de edad.
Foto: Hemeroteca El Universal
En el anfiteatro de la delegación quedaron otros tres cuerpos de jóvenes, cuyas edades se sijo eran entre los 20 y 25 años de edad, que hasta anoche no habían sido identificados.
Sobre los 21 detenidos, se dijo que 20 de ellos fueron menores de edad quienes alteraban el orden y robaron algunos autobuses por lo que fueron puestos a disposición del juez calificador de la delegación de Álvaro Obregón, de donde se les envió al Consejo Tutelas Para Menores Infractores.
“Lo perdí entre mis brazos”
28 de mayo de 1985
- Dolidas expresiones de los deudos
Por José Luis García C.
- ¿Por qué, gordito, por qué?
Un grito desgarra, rebeldía contra la realidad. La madre reclama al destino haberse ensañado con su hijo de 16 años cuyo único pecado fue acudir al estadio de futbol este domingo.
Un humilde féretro blanco ha sifo abierto para que ella coloque un crucifico en el pecho del muchacho.
- ¿Por qué?
Imposible la respuesta.
La familia de José Luis Sánchez Niño parece desmoronarse bajo el peso del dolor. Sus hermanos, apenas unos niños también, se sacuden con los sollozos. La imagen del padre estremece: se abofetea, con ambas manos, ahuyentando el llanto.
Cuatro hombres cargan el ataúd, lo hunden en la fosa y empiezan a palear. Algunos puños de tierra caen sobre los maderos que guardan a una de las ocho personas arrancadas casi simultáneamente por la muerte esa tarde de futbol.
¿Por qué?
Los esposos Sánchez Niño arrostraron ayer otras amarguras, también encuadradas en el campo de lo insensato.
Foto: Archivo El Universal
Muy temprano, se identificaron con otros siete grupos que empezaron la semana descubriéndose absurdamente despojados de uno de sus miembros (…). Niños en su absoluta mayoría.
Afuera del anfiteatro de la ciudad, del llamado Servicio Médico Forense, nadie entendía -a veces la ley parece estúpida- por qué sus hijos debían ser sometidos a la brutalidad del bisturí empuñado por el legista.
“Dispensa de autopsia” es un término que suena a trámite personal, pero exige al deudo un argumento implacable: la exhibición de un hondo sufrimiento (…) que el cuerpo aún inerte, tiene también un (…) que debe ser respetada, temer convencidamente a los claroscuros de la muerte.
“'¿Qué no son suficientes sus cuerpos machacados por una turba incontrolada?”, pregunta uno de los familiares.
Una turba incontrolada.
¿Incontrolable?
Foto: Hemeroteca El Universal
- ¿Por qué?
Jesús Alfonso, contador público, deja huérfana a una niña de siete años, indica un hombre pálido, desgastado por la tragedia. Su padre.
Gonzalo entraría en un par de meses a la escuela secundaria para trabajadores. Su cuerpo fue trasladado al cementerio de San Gregorio, en Xochimilco.
Juan Carlos fue (…) en el cementerio Español. Hasta el último momento, su padre se culpó.
- ¿Por qué lo tuve que llevar ahí… esos vándalos (sic.). Nos tiraron; lo perdí de entre mis brazos… lo mataron. Yo tuve la culpa.
¿Culpa?
Las carrozas fúnebres se dispersan. Atrás quedan las palabras, los llantos. El rencor de los deudos hecho promesa de buscarse para exigir se señale al culpable y, si acaso, pedir indemnizaciones. Tal vez a los equipos de la Universidad? A la delegación Coyoacán. ¿A quién?
Han pasado apenas unas horas, pero ya hoy, quién lo duda, el país empieza a olvidar. ¿Por qué?
Foto: Archivo El Universal
Lo sucedido en la CU no afectará la Mundial 86
Por Ignacio Ramos, reportero de EL UNIVERSAL
Al tiempo de lamentar el penoso incidente ocurrido el domingo anterios en que 8 personas perdieron la vida la víspera de la celebración del enfrentamiento entre Universidad y Amérisa, en el estadio México '68, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Rafael del Castillo, atribuyó lo ocurrido a “la falta de educación de algunas personas” extrañas a este deporte.
Dada la gravedad de lo ocurrido y a las constantes interrogantes que desde un día anterior le formulaban los representantes de los diversos medios de comunicación, el máximo dirigente del futbol organizado convocó a una rueda de prensa para externar el sentir de la Federación Mexicana de Futbol a este respecto.
Rafael del Castillo, al exponer sus puntos de vista, consideró que el segundo juego por la gran fiunal rebasó el interés normal de los aficionados. “Esto creció paulatinamente, en un momento determinado fue imposible contener a la gente que, la mayoría sin boletos de entrada, a como diera lugar pretendió introducirse a las tribunas”.
Resaltó que fue testigo de las severas medidas de seguridad que para esta ocasión establecieron las autoridades respectivas.
Aceptó que será difícil encontrar a los culpables del incidente, “pero estoy seguro que las autoridades los buscarán para deslindar responsabilidades”.
Foto: Hemeroteca El Universal
Dijo que la Federación Mexicana de Futbol esta llegando hasta donde “la facultad nos lo permite”.
Posteriormente, el dirigente indicó que esta experiencia servirá para que durante la celebración del Mundial de 1986 las cosas se lleven con más orden y control.
Una mala imagen
Se le preguntó que si el incidente ocurrido no crearía una mala imagen para el país en este momento en que existe una campaña de desprestigio internacional.
“No creo que esto aporte una mala imagen; las cosas se han hecho bien. Esto fue un caso extraño de elementos infiltrados que hicieron problema”.
Cuestionado respecto a que si el sistema de competencia que se emplea en el balompié nacional no era el motivo de estos penosos accidentes y respondió:
“No lo creo así. Es cierto que este tipo de competencia propicia el interés y la expectación de la afición”.
Foto: Hemeroteca El Universal
Al pedirle una opinión respecto al sobrecupo que registró el estadio universitario, Rafael del Castillo explicó:
“Tengo el reporte de que se pusieron a la venta 40,000 localidades; el resto se reservaron para los estudiantes y trabajadores de la Universidad de acuerdo a un convenio que existe entre esa casa de estudios y el sindicato. La verdad es que muchos entraron sin pagar”.
La plaza neutral
Al dar su punto de vista a cerca de la plaza neutral en que se llevará a cabo el tercer y definitivo encuentro para definir al campeón del torneo, el presidente de la FMF expresó que el estadio de “La Corregidora” de Querétaro reúne la condiciones para que se celebre ahí el enfrentamiento.
fjb
