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Cuando los museos reabran, en sus entradas habrá tapetes sanitizantes, gel y toma de temperatura. Para visitantes y personal será obligatorio el uso de tapabocas.
En museos como los del INBAL se controlará el número de personas en las salas —de 20 a 30 en las del Munal, por ejemplo—; habrá recorridos marcados en el piso que irán en una sola dirección; no se usará ninguna clase de impresos y audioguías, en cambio crecerá la oferta de opciones y recursos a partir de códigos QR con los celulares de los usuarios; no habrá inauguraciones ni eventos; el servicio de guardarropa estará suspendido; ningún interactivo se utilizará como recurso expositivo; el uso de los auditorios estará limitado; los montajes tendrán otras rutinas con alternancia de personal y las visitas escolares serán suspendidas.
Cuando reabra el Museo Frida Kahlo, entre otras medidas similares a las arriba enlistadas, no habrá en los jardines mesas ni sillas y se marcarán recorridos; no habrá venta de folletos ni libros, y la compra de boletos y permisos de fotografía será sólo por Internet; habrá sanitización de salas, paredes, pisos, arcos, objetos y espacios que tocan los visitantes, al igual que de áreas verdes, sanitarios, oficinas, vestíbulo y entrada.
Cuando Papalote Museo del Niño vuelva abrir —tiene fecha prevista para el 3 de septiembre— tendrá una museografía nueva, 15% de las exhibiciones que hubo hasta comienzos de este año ya no podrán ser utilizadas —es el caso del espacio de Lego o el laberinto con el tobogán de Mi Ciudad—; en cambio se han creado y ampliado otras actividades. En principio, Papalote sólo abrirá cuatro días de la semana, de jueves a domingo, y las visitas escolares se reiniciarán hasta enero.
Bellas Artes espera concluir los protocolos en laspróximas semanas.
Cuando el público pueda volver a El Estanquillo. Colecciones Carlos Monsiváis —con tapabocas, toma de temperatura, sana distancia y uso de gel como todos— se encontrará que no hay servicios educativos, y sí circuitos de acceso delimitados: subirá por el elevador y bajará por las escaleras, carriles definidos en el piso de las salas en las que no podrá tocar ningún elemento. Sólo tendrá a 30% de sus visitantes.
Cambio de color
Será cuando el semáforo epidemiológico esté en amarillo que los museos abrirán sus puertas. En el regreso de estos recintos a sus actividades cotidianas serán determinantes tanto los protocolos de salud e higiene como la comunicación; es por eso que muchos museos privados y públicos, grandes y pequeños, en todo México, diseñan campañas para decirle al público qué podrá hacer y qué no, y así recuperar la confianza de los visitantes.
“Queremos enfatizarnos como museos seguros, reforzar la confianza y transmitir el mensaje de que será una experiencia amable y con la seguridad de los públicos”, dice Mariana Munguía, coordinadora de Artes Visuales del INBAL, que tiene una red de 18 museos.
Dolores Béistegui, directora general del sistema de museos Papalote, es enfática: “El día que digamos: ‘Vamos a abrir’ será con la mayor garantía de seguridad, diversión y un clima de confianza”.
Se contemplan decenas de acciones, producto de revisión y seguimiento de protocolos internacionales y de las medidas de distintas autoridades del país; producto también de largas sesiones en plataformas virtuales, focus groups y prolongados chats; las estrategias abarcan desde higiene y toma de temperatura de asistentes, personal y proveedores, hasta distribución de públicos en salas, talleres de capacitación al personal y la creación de un comité de sanidad que verificará el cumplimiento de todos los protocolos, como se propone en Papalote.
El MUNAL y otros recintos elaborarán campañas para que el público sepa qué hacer y qué no en su visita.
La UNAM en las próximas semanas publicará sus protocolos para distintos espacios culturales; Bellas Artes espera tener concluidos los de sus museos en las próximas semanas. La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México entregó ya a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, un nuevo documento con los protocolos para todas las áreas y recintos artísticos de esa dependencia, en el que está también el tema de la Comisión de Filmaciones. En documentos previos de las secretarías de Cultura federal y local, sólo uno se ha referido a los museos y la indicación es que podrán abrir cuando esté en amarillo el semáforo epidemiológico. Por lo demás, como dice Dolores Béistegui: “No hay mayor asistencia, quiero subrayar, de las autoridades ni de la secretaría de Cultura federal ni de la local. No hay capacitación, cada quien lo hace como puede”.
En lo que se refiere a los espacios de la ciudad, Alfonso Suárez del Real, secretario de Cultura local, enumera las medidas: “Coincidimos con el Consejo de Salud en que todo lo que tiene que ver con la vida cultural en el Valle de México es mucho mejor preverlo con el semáforo amarillo, con base en buenas prácticas de otros recintos: uso obligatorio de cubrebocas de personal en taquilla y salas; limpieza permanente de espacios; contar con dispensadores de gel en distintos lugares y que no se concentre la gente en los baños; lavado constante de baños, de espejos y vidrios; rutas direccionadas en un sólo sentido para que las personas no se encuentren nunca cara a cara; constante desinfección de pasamanos; elevadores exclusivos para adultos mayores y personas con discapacidad; resguardo de la sana distancia de metro y medio a lo largo de la visita, y protocolos particulares para talleres en museos”.
Aunque no hay una cifra precisa, las medidas contemplan una drástica reducción de aforo en las salas, que bajaría hasta 30%, sin embargo, ¿qué tanto público volverá a las salas de los museos? Hay dudas sobre el retorno de público en forma masiva, lo reconoce Hilda Trujillo, directora de los museos Frida Kahlo y Diego Rivera Anahuacalli: “Lo que hemos estudiado en prospectiva nos habla de 30% porque los aviones van a venir vacíos, porque nuestro público es de la ciudad, pero también del país y también es internacional.”.
A pesar de eso, Henoc de Santiago, director del Estanquillo, considera que “los museos serán espacios seguros para ir y volver a rehacer nuestras vidas; no creo que sean espacios donde la gente se sienta insegura. Serán de los lugares de consumo cultural donde sentirse seguros”.
El Papalote Museo del Niño tiene previsto reabrir el 3 de septiembre
“Queremos que la cultura no se vincule con contagio, fuimos los primeros en cerrar, seremos los últimos en abrir para darle la certeza a la gente de que los espacios culturales seguirán siendo espacios sanos tanto física como mentalmente”, añade Suárez del Real.
La única certeza sobre el retorno del público a los museos es el color amarillo del semáforo epidemiológico. Para la Ciudad de México, esto podría ser en septiembre; con el color naranja, parte del personal de los museos habrá regresado a ciertas actividades, en algunas dependencias. Las fechas han variado como consecuencia de la pandemia, por ejemplo en Monterrey, hace cerca de dos meses, el museo Marco planeaba que su reapertura fuera en agosto, pero las noticias de la última semana, del aumento de casos en Nuevo León, generan incertidumbre, reconoce la directora Taiyana Pimentel.
Lista de protocolos. Mariana Munguía explica que con base en todos los protocolos de las instituciones de Salud y Cultura, el INBAL trabajó en un protocolo general de la institución, hubo a su vez otro general para los museos desde Artes Visuales y cada museo finalmente prepara uno según sus necesidades y características.
Esos protocolos están en la fase final. Se pensaron también, dice, con base en las tipologías de los espacios: abiertos, cerrados, mixtos. Cada uno definirá el porcentaje de público para cada museo porque la cantidad de salas de cada uno varía; en promedio será de 30% a 40%.
“El protocolo será cada vez más específico. Será muy importante la capacitación de todo el personal, no solo los mediadores, para que los museos sean espacios seguros, confiables; habrá una campaña de comunicación hacia los públicos sobre qué esperar cuando llegas al museo, cómo preparar la visita y complementarla con material de Internet”.
En el Museo Frida Kahlo no habrá en los jardines mesas ni sillas.
Una vez que haya semáforo naranja en la ciudad, parte del personal de los museos regresará a preparar los espacios: “Pondremos en práctica toda esta preparación de los espacios, de la señalética, y así podremos estar listos para la fase amarilla; aunque no estamos seguros de cuándo llegará ésta”.
Según la funcionaria, ha habido trabajo de equipo para estos protocolos, y se socializa tanto a colaboradores externos como a sindicalizados. A la pregunta de si se requerirá personal y recursos adicionales, Mariana Munguía responde que no: “Todo lo podemos cubrir con los equipos de trabajo. La Subdirección General de Administración ya está aportando lo necesario para proveer de todos los recursos adicionales que requerimos todos los espacios del INBAL, no sólo los museos; desde antes de la contingencia se hicieron compras como gel antibacterial”.
En el caso de las salas del Museo del Palacio de Bellas Artes, la asistencia a las exposiciones que se permitirá por día oscilará entre 700 y mil personas; en días de muy alta asistencia llegaba a haber en las salas hasta 6 mil personas. “El rango será de 700 a mil visitantes al día al Museo; hay otros rangos para otras actividades en el Palacio (sala principal, auditorios, murales, Museo de Arquitectura); se van a conjuntar todos los espacios en un solo gran protocolo del Palacio de Bellas Artes”, asegura Miguel Fernández Félix, director del Museo.
En todos los museos del INBAL, abunda Carmen Gaitán, directora del Munal, los programas educativos serán reforzados a través de lo digital. “Ya no vamos a poder utilizar papel en la mediación, todo se va a trasladar a las plataformas digitales”. “Los teléfonos de los visitantes serán elementos de diálogo sobre las exposiciones”, comenta Fernández Félix.
Gaitán añade que en los protocolos es muy importante el tema de capacitación de los custodios: “Si en un museo ellos portan guantes, tapabocas, gel, y hay tapetes sanitizantes, y los baños tienen todas las condiciones, el público irá. Los visitantes son los mejores difusores que vamos a tener”. Otro reto que ella advierte es el de los montajes: “Los técnicos y museógrafos se van a tener que adecuar a una manera muy diferente de trabajar: limpiar las herramientas, guardar entre ellos distancia; no más de cinco o seis en una sala; una vez que salgan pintores y técnicos entrará el equipo con los gráficos”.
Estrategias en grupo. Los museos Soumaya, Memoria y Tolerancia, Casa Barragán, Casa Rivas Mercado, Frida Kahlo y Anahuacalli crearon un focus group y un documento que contiene un protocolo que será revisado por autoridades de Salud. Ellos tomaron en cuenta experiencias internacionales de museos que ya abrieron y medidas de distintas instituciones en México. Trabajan de manera conjunta en temas como compras consolidadas, comunicación, mejores prácticas y acciones con las comunidades cercanas a los recintos.
Entre muchas medidas, plantean el uso de oxímetros para personal de los museos y de los visitantes, pero esto aún está sujeto a revisión. También se evalúa, por ejemplo, qué clase de sustancias de desinfección usar en las salas para no afectar ninguna obra.
Hilda Trujillo explica que siguen a la espera de lo que determinen las autoridades de salud sobre asistencia a los museos. “Las cifras de acceso varían, en principio estamos en 50%, pero las autoridades no han definido; te contestan algunos 40%, otros 50%; el Museo (Frida Kahlo) recibe al día mil 200 personas, y la idea es que ahora sea entre 30% y 50% de ese público”. Trujilllo recalca que no se expondrá ni a visitantes ni a personal que, en gran medida, usa transporte públicos y tiene miedo. “Si es con 30%, entonces será con 30%, así viviremos. Lo primero es la salud”, asegura.
Nuevas experiencias. “Es una locura”, cuestiona Dolores Béistegui, ante la cantidad de lineamientos de distintas estancias, que no necesariamente están alineados unos con otros, y que a veces se contradicen; de Secretaría de Cultura, del IMSS, de Secretaría de Salud, del gobierno de la ciudad.
Papalote Museo del Niño es una A.C. con tres sedes en Ciudad de México, Cuernavaca y Monterrey, y para todas ha configurado un proyecto de reapertura que involucra más de 600 acciones con el fin de transmitir confianza a los visitantes, al tiempo que ofrece una experiencia divertida.
“Cerrar el museo fue de risa, en relación a la complejidad de reabrirlo –dice la directora--. Reabrirlo, a la luz de estas restricciones que nos obliga la crisis sanitaria, es inmensamente complejo. Tomamos muy en serio a nuestro público y queremos que regrese en confianza, con la seguridad de que lo vamos a cuidar y sin que pierda el motivo de la visita, que es pasarlo muy bien. Papalote va más allá de los protocolos de limpieza, y trabajamos lo que tiene que ver con la experiencia, que debe ser lúdica, de relajación, de convivencia”.
Béistegui insiste en la necesidad de que “el Estado reconozca que hay una crisis y que no todo el mundo está en condición de poder implementar lo que se requiere para regresar adecuadamente”.
En la misma línea, Viviana Kuri, directora del Museo de Arte de Zapopan, comenta: “Es muy importante que el Estado no nos deje solos tanto a las instituciones nacionales, como a los que estamos en los estados, y a las asociaciones civiles que tienen financiamiento mixto. Ha sido muy positivo, a lo largo de los años, la tradición histórica del Estado en la cultura y las artes; si quieres podemos no estar de acuerdo en el tema de si hace falta un financiamiento o no, pero ha habido esa tradición desde Vasconcelos, ese darle a la cultura esa importancia como parte de la construcción de la identidad. Es un punto de vista que compartimos varios colegas, es importantísimo que el Estado no claudique en ello”.
Protocolo para volver
MEDIDAS A DESTACAR
USO OBLIGATORIO
de cubrebocas y gel y toma de temperatura. Algunos analizan uso de caretas.
DISTANCIA
de 1.5 metros entre los visitantes salvo si son grupos pequeños.
TAPETES SANITIZANTES
LIMPIEZA
permanente de salas, vastíbulos, elevadores, pasamanos y baños.
SEÑALIZACIÓN.
Los recorridos en algunos recintos estarán marcados en el piso en una sola dirección.
NO HABRÁ
folletos o programas impresos ni se usarán audioguías ni materiales interactivo. Tampoco habrá servicio de guardarropa.
AFOROS
entre 30% y 50% dependiendo de la capacidad de cada espacio museístico.