Una de las exposiciones que a finales de la década de 1920 significó el reconocimiento del arte fotográfico en el México posrevolucionario fue Salón mexicano de fotografía , inaugurada en agosto de 1928, que a decir de los especialistas significó un primer choque entre las corrientes pictorialistas y la segunda vanguardia.
En ese cartel figuraban fotógrafos de renombre como Edward Weston, Agustín Jiménez, Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo, Hugo Brehme y Librado García Smarth , quien durante décadas quedaría opacado la proyección. Como apunta el historiador José Antonio Rodríguez : “A pesar de lo que se ha avanzado hoy en el conocimiento de la fotografía mexicana, falta casi todo por conocer de Smarth”.
En este último fotógrafo se centraron las investigaciones de un grupo de investigadores, coordinados por José Antonio Rodríguez, las que dieron como resultado el libro Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco , que se presentará este jueves 15 de octubre, a las 12 horas, en el Teatro Degollado de Guadalajara . Se contará con transmisión en vivo por Facebook Live a través de la página Cultura Jalisco.
Publicado a finales de 2019, Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco fue acreedor del Premio Antonio García Cubas 2020, que cada año entrega el Instituto Nacional de Antropología e Historia , en la categoría de Mejor Libro de Arte.
“Desde hace años habíamos visto que a fotografías de Librado García se le falsificaba, se les hacía pasar, como fotografías de Tina Modotti o Edward Weston. Pareciera que en los años 20 no había otro fotógrafo destacado que no fueran ellos. En 1994 salió una venta de fotos de Smarth y que se hicieron pasar como obra de Tina. Finalmente las retiraron de la subasta”, explica José Antonio Rodríguez al valorar la calidad y singularidad de este fotógrafo, quien agrega:
“La singularidad de Librado García es que pasó de una corriente estética en fotografía conocida como pictorialismo, de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, a la vanguardia encabezada por Agustín Jiménez, Manuel Álvarez Bravo, Tina Modotti, Edward Weston. Él estuvo en ese proceso de trancisión, no sólo por su propuesta. Sin que nadie lo diga directamente, su propuesta fotográfica tiene una fuerte presencia del homoerotismo”.
Nacido en Guadalajara, Jalisco, a inicios del siglo XX, su obra fotográfica apareció en algunas de las publicaciones más relevantes de la época, como El Nacional, El Universal Ilustrado, Jueves de Excélsior, CROM, Nuestra Ciudad y Revista de Revistas, además de estar presente en las colecciones particulares de familias de Ciudad de México y Guadalajara por su trabajo como retratista de las sociedades tapatía y de la capital del país. Para conmemorar el trabajo fotográfico de este artista, el año pasado la Secretaría de Cultura de Jalisco publicó el libro Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco, para el cual convocó a historiadores de la fotografía en México que con distintas visiones estéticas han armado un rompecabezas para entender a este artista de la lente.
Este libro de más de 300 páginas, con reproducciones de obra que fue rastreada en colecciones particulares, catálogos de anticuarios y archivos hemerográficos en Ciudad de México y Guadalajara incluye textos de José Antonio Rodríguez, Rosa Casanova, Brenda Ledesma y Arturo Ávila Cano, con el trabajo editorial de Alberto Tovalín Ahumada.
“Algunos coleccionistas en Ciudad de México, en realidad pocos, tenían obra de Smarth. Por ejemplo, Ramón López Quiroga tenía algunas, Carlos Monsiváis tenía otras, el Museo del Objeto tenía también algunas fotos, y así. La obra estaba realmente dispersa y era motivo de colección para la gente que está dentro del mercado de coleccionistas de fotografías”, expuso Alberto Tovalín, editor de este libro.
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