Más Información
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
“Vamos a dar apoyo a los pequeños agricultores por sequía en Sonora”; Claudia Sheinbaum instruye a Berdegué
Derrota de México en disputa por maíz transgénico contra EU; estos son los argumentos de Sheinbaum y AMLO para prohibirlo
Dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia se presentó ayer el libro Biblioteca Nacional de Antropología Eusebio Dávalos Hurtado. Perspectivas Históricas, obra que aborda la historia de este “archivo en desarrollo , el cual alberga más de 500 mil ejemplares”, dijo el secretario técnico del INAH, José Luis Perea.
La obra cuenta la historia de esta biblioteca a 135 años de su fundación. “Este libro recupera la historia de uno de los muchos espacios que hemos construido en el INAH, a lo largo de sus 135 años de vida”, expresó el director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit.
José Luis Perea expresó que la biblioteca Eusebio Dávalos Hurtado es hogar de La colección de códices mexicanos, la más importante de América Latina, la cual le dio reconocimiento internacional. “Custodia 200 de aproximadamente 500 códices mesoamericanos conocidos mundialmente, por lo cual fue reconocida como memoria del mundo por la Unesco”, apuntó.
También destacó la más reciente adquisición de la biblioteca: tres documentos pictográficos de finales del siglo XVI, nombrados como los Códices de Tetepilco.
En la presentación estuvo la hija de Dávalos Hurtado, Maya Dávalos, quien expresó que su padre tuvo la idea de que los museos fueran también lugar de investigación, además de lugares de protección del patrimonio.
“Cultivó y desplegó la idea de que los museos fueran polos de desarrollo cultural donde, además del patrimonio exhibido y resguardado, tuvieran un sitio de lectura y de investigación, como un baluarte de la protección del patrimonio literario”, apuntó.
El director de la Biblioteca, Baltazar Brito, recordó que el recinto fue inaugurado el 22 de diciembre de 1888, por el historiador Francisco del Paso y Troncoso, “convirtiéndose en uno de los puntos más concurridos por los estudiosos del pasado mexicano”.