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El Monumento 9 de Chalcatzingo, popularmente conocido como “Puerta al inframundo” o “Monstruo de la Tierra”, fue repatriado la noche del 19 de mayo a México, luego de haber sido robado y perdido su rastro hace 65 años. La pieza de la cultura olmeca ya se encuentra en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos, zona de donde es originaria.
Pero, ¿de dónde vienen esos nombres tan intimidantes y qué representa la pieza?
El Monumento 9 de Chalcatzingo representa a un “monstruo de la tierra” y tiene rasgos iconográficos que lo asocian con otras piezas de la Zona Arqueológica de Chalcatzingo. Es una pieza de gran formato que mide 1.8 metros de altura y 1.5 metros de ancho, y pesa aproximadamente una tonelada.
La escultura data del periodo Preclásico Medio (800-400 a.C.), por lo que coincide con el esplendor del sitio arqueológico.
Este monumento es un bajorrelieve que representa a un “monstruo de la tierra”, criatura cosmogónica que aparece con frecuencia en la iconografía olmeca, explicó Mario Córdova Tello, investigador del Centro INAH Morelos y director del Proyecto Arqueológico Chalcatzingo.
El especialista explicó en un boletín de prensa que el agujero del monumento representa las fauces abiertas de la entidad. Esto a su vez simboliza la entrada al inframundo y agrega que “sobre su boca se proyecta una secuencia de tres bandas concéntricas, figurando el acceso cruciforme a una caverna”.
El “Monstruo de la Tierra” también tiene cuatro formas en las comisuras en lo que sería su boca. Córdova Tello señaló que se tratan de ramales de bromelias, una planta propia del Cerro Chalcatzingo y que también aparece representada en los Monumentos 1, 2 y 13 de la zona arqueológica.
“Inferimos que la planta fue un rasgo identitario para los habitantes originales de la ciudad, ya que además es un elemento único en la iconografía olmeca en general”, agregó el experto.
El monumento es considerado como “una pieza clave para las investigaciones sobre la iconografía olmeca”.
Un misterio, el robo de la “Puerta al inframundo”
El INAH explicó en un comunicado que se desconoce el modo y la fecha en la cual el Monumento 9 fue sustraído ilegalmente de Chalcatzingo. Aunque señaló que sí se tiene documentado que fue dado a conocer en 1968, por el arqueólogo David Grove en el número 33 de la revista “American Antiquity”.
“De allí que se piensa que, a inicios de la segunda mitad del siglo XX, ya se encontraba en Estados Unidos”, informa el Instituto.