A finales de febrero pasado, la Dirección de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública —que dirige desde el 1 de marzo Marx Arriaga, quien hasta un día antes (28 de febrero) se desempeñaba como director general de Bibliotecas Públicas de la Secretaría de Cultura federal— convocó a artistas e ilustradores a participar en el rediseño de los Libros de Texto Gratuito; pero la invitación a colaborar es sin remuneración económica alguna, por lo que hace unos días la molestia de los artistas se comenzó a hacer sentir.

A través de la campaña #Anticonvocatoria, que congrega un sinfín de imágenes, caricaturas y memes que han inundado las redes sociales con “rediseños” irónicos y cargados de humor de portadas intervenidas de los libros de texto, los artistas denuncian que la Secretaría de Educación Pública los invite a colaborar pero sin paga.

A través de varios videos que ha emprendido la Dirección de Materiales Educativos que están haciendo con más de 2 mil 365 maestros que han trabajado frente a grupo, a los que están preparando como evaluadores de materiales didácticos para el rediseño de los Libros de Texto Gratuitos, Marx Arriaga ha dicho que las “quejas no tienen sentido” y que no se puede remunerar en este momento las colaboraciones por “estar atravesando un periodo electoral el cual impide llevar a cabo un proceso que implique un pago en efectivo sin que esto se prestase a malos entendidos”.

Arriaga asegura que si bien en esta ocasión no hay pago en efectivo para que no se preste a malos entendidos, la intención en próximos ejercicios colectivos es que aquellos que se involucren “reciban un justo apoyo en agradecimiento a su participación”, sin embargo aún no queda claro qué tan profundo será el rediseño de los libros de texto que se imprimirán en agosto, pues ha señalado que para mayo estarán listos con la intervención de los más de 2 mil 300 maestros.

Hasta ahora la Secretaría de Educación Pública no ha emitido ningún comentario sobre las reacciones indignadas en redes sociales ni tampoco sobre cómo será el rediseño de los libros de texto que Marx Arriaga pretende modificar porque “se volvieron una herramienta creada por unos cuantos” y con este rediseño “ya no será así”.

El crítico de arte Cuauhtémoc Medina asegura que Marx Arriaga “se ha vuelto un símbolo de la improvisación y de la falta de sentido del gobierno” y que es alguien que ha probado dos veces, en las Bibliotecas Públicas y ahora en la elaboración de los libros de texto, que debería regresar a su puesto de trabajo en la universidad, descansar y pensar ¿por qué hace las cosas de un modo tan equivocado?

“Ha emergido uno de los peores operadores del gobierno, un tal Marx Arriaga —digo que le daría vergüenza a Harpo Marx— que es capaz de destruir el campo donde lo colocan”, señala el curador del Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC, quien agrega que lo que aterra es la idea de que ha lanzado un proceso que en un par de meses va a derivar en un collage de malas ideas.

“Y con esto van a abrir los cursos de los estudiantes forzados, en las escuelas públicas, a tener libros de texto hechos por una serie de amateurs delirantes no profesionales. La primera vez, burlarse de Marx Arriaga, incluso por el nombre que sus padres le dieron, no era apropiado; la segunda vez, ya no queda más que declararlo como parte del patrimonio de la broma nacional”, afirma Medina.

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