Más Información
Elección judicial saldrá adelante, pero con complicaciones, advirte el INE; espera respuesta a prórroga
Morena celebra alta aprobación de Sheinbaum como respaldo a la 4T; oposición advierte que “ninguna luna de miel es eterna”
Ken Salazar resalta colaboración de México-EU contra cambio climático; refuerza el liderazgo de América del Norte en la lucha
Erradicación de la violencia de género, prioridad de Olga Sánchez Cordero; aboga por la igualdad desde la infancia en congreso 50+1
Jueces y magistrados acusan registros “inflados” en inscripción a elección judicial; exigen transparentar listas de aspirantes
Diputada del PAN plantea reforma para ampliar servicios de atención infantil; va por estrategia enfocada en Primera Infancia
Santa Lucía del Camino.- La 43 edición de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) arrancó con críticas de libreros, encuadernadores, poetas y escritores originarios de la entidad, que clausuraron simbólicamente el evento con un manta con las siglas de “Tianguis Autogestivo y Popular”.
Mientras adentro del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca se desarrollaba un evento protocolario encabezado por el gobernador Salomón Jara, autoridades de la Secretaria de Cultura federal y estatal, y representantes del gobierno municipal, afuera con altavoces, libros gratuitos, carpas para guarecer a los manifestantes del eclipse solar, se expresaban consignas para llamar a la reflexión.
Para los manifestantes se trataba de un llamado sobre lo que consideran “una apropiación simbólica” de los espacios culturales de los oaxaqueños.
“La FILO no nos representa, porque es una feria que no lucha contra la gentrificación, el racismo, la defensa del territorio y la diversidad de género, sólo se trata de un negocio privado, que acapara recursos públicos, usa el dinero de los oaxaqueños para el desarrollo de un monopolio empresarial”, resonaba en el altavoz de escritores que se declararon en rebeldía, mientras invitaban a su manifestación cultural con venta de libros autogestivos enfrente del recinto oficial.
“Negocio privado, negocio privado, negocio privado”, expresaban los organizadores del Tianguis Cultural disidente, que criticaban con volantes y consignas los precios de los stands ofrecidos por la Proveedora Escolar y las editoriales Almadía y Fondo Ventura, el grupo empresarial que organiza la FILO.
“Un stand de 3 metros por 3 metros lo dieron en 17 mil pesos, cuando tienen millones de pesos presupuesto entregado por el gobierno del estado”, dijo uno de los manifestantes, en el momento justo que llegó despistado el presidente de Oaxaca, Francisco Martínez para entrar a la inauguración de la FILO.
En contraste, los libreros independientes denunciaron que se dedicó un sólo stand a editoriales independientes y se les limitó el número de ejemplares para venta, así como criticaron la falta de apoyos a los artistas de Oaxaca.
“No somos ajenos al alcance de un producto privado ni estamos en contra de la organización, estamos en contra de los recursos públicos para una elite cuando el sector cultural que se ocupa de la encuadernación, la difusión de escritores oaxaqueños está olvidado”, dijo el periodista y escritor Rodrigo Islas Brito.
Los organizadores del tianguis que por primera vez se organiza como una feria de lectura alterna a la FILO, y sólo a unos metros, sostuvieron que llevan dos ediciones del Tianguis Autogestivo y Cultural y en ellos han realizado foros de discusión con expositores oaxaqueños, a diferencia de la FILO que aseguran sólo folkloriza la cultura local y ha perdido el contacto con la sociedad al alejarse de los parques principales y los lugares donde pueden ser accesible los contenidos para el pueblo.
“La FILO sólo es una plataforma de propaganda del gobierno estatal y municipal, por eso decimos que no nos representa como movimiento cultural, porque la cultura de Oaxaca y el talento de sus escritores no caben en un recinto y un espacio que no representa a la mayoría de los libreros, ni los intereses de las escritoras y poetas de Oaxaca, sólo usan palabras como lenguas originarias e invitan a los mismos de siempre”, decía la voz de una mujer, mientras adentro había aplausos, funcionarios y funcionarias vestidos con camisas de manta y huipiles escuchando el discurso del gobernador, donde presumía que los secretarios de su gabinete están obligados a fomentar la lectura una vez por mes.
“Reconozco la meritoria labor de los directivos de la FILO, que han sabido dar continuidad al generoso legado del profesor Ventura López”, expresaba el mandatario el estrado sobre el abuelo de Guillermo Quijas, el actual empresario tras esta feria.