Por su obra “Los alemanes”, al escritor español Sergio del Molino le fue concedido el Premio Alfaguara de Novela 2024, por “su maestría para narrar un suceso muy poco conocido de la historia española, relacionada con las mutaciones del nacismo y con hondas consecuencias en el mundo actual. Oscuros secretos familiares encierran un pasado amenazador, capaz de destruir el presente”, afirmó el escritor Sergio Ramírez a nombre del Jurado, quien calificó a la “Los alemanes” como “una novela apasionante” que pone a prueba la conciencia de los personajes y que sacude la del lector”.
Sobre la historia que inicia en 1916, pero llega y habla sobre el presente, fue definida por el propio Sergio del Molino como una “historia de la actualidad” que trabajo durante muchos años y que primero fue un reportaje y hoy una novela. Una novela que arranca con la llegada al puerto de Cádiz de dos barcos con 600 alemanes que prefirieron entregarse a un país neutral, España, antes que rendirse a los aliados.
“Es verdad que la historia empieza en 1916, pero es una historia presente, es una historia de la actualidad, de los descendientes de esas familias que han creado una especie de conciencia casta, de conciencia de pertenencia a una especie de cuerpo aristocrático, por sus apellidos alemanes y han creado una especie de país aparte, y la novela cuenta la historia de una de estas familias que se han ido desintegrando y a partir de ahí hablamos del legado, se proyecta a muchos de los temas que me han obsesionado”.
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El anuncio fue dado a conocer la tarde de este jueves, en directo, desde España por el jurado “de excepción” conformado por los escritores Sergio Ramírez, Juan José Millás, Rosa Montero, Manuel Rivas y Laura Restrepo, dos ganadores del Premio (Ramírez y Restrepo), pero todos han sido presidentes del jurados a lo largo de la historia, y la directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes (con voz pero sin voto).
El Jurado, presidido por Sergio Ramírez quien leyó el Acta, afirmó haber seleccionado la novela de Del Molino por ser una novela en la que se explora una historia donde “los hijos heredan la culpa de los padres” y que la hecen “una novela apasionante” que pone a prueba la conciencia de los personajes y que sacude la del lector”.
Se trata de la edición 27 del Premio Alfaguara de Novela, que es considerado internacionalmente como uno de los más importantes galardones literarios otorgados a una obra inédita escrita en español. Este año se realiza en el marco de las celebraciones del 60 aniversario de Alfaguara, editorial que fue fundada en octubre de 1964 por el constructor español Jesús Huarte y bajo la dirección de los hermanos Camilo José, Juan Carlos y Jorge Cela Trulock.
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La obra ganadora fue seleccionada de entre 800 manuscritos, de los cuales 396 han sido remitidos desde España, 104 desde Argentina, 109 desde México, 93 desde Colombia, 40 desde Estados Unidos, 20 desde Chile, 26 desde Perú y 12 desde Uruguay. El premio está dotado con 175 mil dólares, una escultura de Martín Chirino y la publicación simultánea de la obra ganadora en todo el territorio de habla hispana.
A lo largo de los años han recibido el Premio, desde Sergio Ramírez, por “Margarita, está linda la mar” y Eliseo Alberto, por “Caracol Beach”, en 1998, hasta Gustavo Rodríguez, por “Cien Cuyes”, el año pasado, pero también han estado Manuel Vicent, por “Son de Mar”; Tomás Eloy Martínez, por “El vuelo de la reina”; Elena Poniatowska, por “La piel del cielo”; Clara Sánchez, por “Últimas noticias del paraíso”; Santiago Roncagliolo, por “Abril rojo”; Laura Restrepo, por “Delirio” y Xavier Velasco, “Diablo Guardián”, entre otros.
El narrador y periodista español de 44 años aseguró que el pasado siempre está agazapado y aparece cuando nos descuidamos, también dijo que en la historia siempre está el dilema si somos responsables del legado “es un tema muy actual que está muy presente en el debate contemporáneo, en el debate intelectual y en el debate político, qué debemos a nuestros padres y que debemos a nuestros padres, y hasta qué punto sus pecados y sus crímenes nos interpelan a nosotros”.
El autor de ensayos como “Contra la España vacía”, y de novelas como “La hora violeta” y “La piel”, que tienen raíces muy vitales en la realidad de España, aseguró que ésta, por el contrario, es una novela sin apellidos, una novela novela, y en ese sentido “hay un desvío, es algo que no había hecho hasta ahora”.
Luego de que Del Molino aseguró que la novela está dedicada a Pablo Bieger, uno de los nietos de los alemanes que llegaron de Camerún a España y de señalar que la novela tiene un epígrafe de Schubert ---la música tiene una gran importancia para la novela-- que habla de que “nunca nos conocemos los unos a los otros, el otro siempre es un extraño”, aseguró que como vivimos tiempos broncos, o tiempos recios como dice Vargas Llosa, él aspiro en esta novela a ayude a generar empatía y a que nos comprendamos.
“Me parece que la literatura, yo aspiro, a que la literatura ponga en marcha una de sus grandes armas, que es intentar crear la ficción de que el otro no es un misterio tan profundo y de que somos capaces de comprenderlo, porque comprendiéndolo somos capaces de comprendernos a nosotros mismos”, afirmó.
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Y agregó que “en este momento en el que estamos todos en la gresca política y en la selva social, y en la selva de discusiones, de guerrillas y des grescas culturales en la que estamos metidos, creo la literatura tiene esa posición fundamental para poner en marcha ese puente, esa capacidad de comprensión para intentar mitigar, en lo posible, ese misterio y que el otro no sea alguien a quien podamos deshumanizar o que podamos despreciar fácilmente, sino alguien en cuyos pies y en cuya piel nos podamos poner”, dijo el autor, que aprovechó hacer un poco de “mitineo”.
Sobre “Los alemanes”, que estará en librerías el próximo 21 de marzo, el escritor Sergio Ramírez aseguró que votaron por ella por unanimidad porque hay muchas cualidades en la novela premiada, pero una de ellas es la capacidad que tiene el libro de “fundir la realidad con la imaginación porque esta novela cuenta un hecho histórico, que no es muy relevante en la historia de España, que es la emigración de familias alemanas desde el Camerún, en África, al final de la Primera Guerra Mundial hacia distintas ciudades de España”.
El escritor nicaragüense que el año pasado asumió también la nacionalidad española, dijo que “esa soldadura queda totalmente oculta por un hábil pulido, donde ya no se puede distinguir que es realidad o qué es ficción… Hacer que todo lo que está contado parezca verdad, aunque el fundamento real sea la mentira”.
melc
