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Teotihuacan (Estado de México), Chichén Itzá y Dzibilchaltún (Yucatán), Monte Albán (Oaxaca), Cuicuilco y Templo Mayor (Ciudad de México) son zonas arqueológicas que cada año registran un aumento de visitantes por el equinoccio de primavera, pero este año será diferente por las medidas que instruyeron las autoridades para prevenir contagios de Covid-19.
Cada año, desde la década de 1980, visitantes nacionales y extranjeros acuden vestidos de blanco a las zonas arqueológicas del país para “cargarse de energía”.
De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el 21 de marzo de 2019, Teotihuacan registró 16 mil 668 visitantes; Chichén Itzá, 14 mil, y a Cuicuilco acudieron mil 116.
Sin embargo, este año el ritual por el equinoccio de primavera no se podrá llevar a cabo, porque la Secretaría de Salud presentó una serie de medidas preventivas por la pandemia de Covid-19, por lo que en conjunto con la Secretaría de Cultura, INAH y autoridades locales decidieron cerrar Teotihuacan el 21 y 22 de marzo, y Chichén Itzá desde el 21 de marzo y hasta nuevo aviso. Ayer, esa sitio arqueológico de Yucatán registró la asistencia de 4 mil personas que fueron a recargarse de energía.
Mientras que al sur de la Ciudad de México, cerca del cruce de Insurgentes Sur y Periférico, está la Zona Arqueológica Cuicuilco, que sí abrirá todo el fin de semana; pero estará “restringido el acceso a los vestigios arqueológicos, el museo y los senderos ecológicos”, se lee en letreros pegados a la entrada.
Lo que relata Valeria es perceptible desde la entrada: no hay filas. Pasan varios minutos hasta que llega Carolina Palacios acompañada de sus dos hijos, una niña de nueve años y un niño de 11.
Carolina, quien vive en un condominio aledaño a la zona, dice: “En vista de que nos vamos a empezar a cerrar más, buscamos una opción en la que no tuviéramos que tener contacto cercano con otras personas ni superficies. La cantidad de gente no ha disminuido en las calles ni en centros comerciales. La gente piensa que tiene que ser como en España, donde se aplican multas para que no salgan, pero más bien deben ser actos de conciencia”.
Agrega que la visita a Cuicuilco será la última que hagan hasta que termine la contingencia, pero de momento hace un llamado para que la ciudadanía acate las indicaciones del gobierno mexicano.
“Veremos las consecuencias hasta las siguiente semanas, cuando se sature el sistema de salud. Sin politizar, creo que vamos lento y las medidas tendrían que haber sido más radicales, por lo menos los cierres de las escuelas”, señala.
En 2019, la Zona Arqueológica Cuicuilco albergó a mil 166 visitantes. Ahora esa cifra parece lejana y los visitantes extranjeros parecen llegar a cuenta gotas.
Olga, Alexandra y Denis son tres turistas de origen ruso que se quedaron varados en México.
“Estuvimos en Yucatán e hicimos un recorrido en auto, también estuvimos en Oaxaca y de ahí viajamos al centro para conocer Teotihuacan. Teníamos planeado viajar de regreso el miércoles, pero cuando llegamos al aeropuerto, de la nada nos dijeron que se había cancelado el vuelo, y tuvimos que comprar otro pasaje para hoy; entonces, al tener algo de tiempo, decidimos venir a conocer”, dice Alexandra, quien desconoce los rituales por el equinoccio.
Cuicuilco tiene un gran basamento circular del Preclásico que mide 110 metros de diámetro y 25 metros de altura, construido entre el 800 y 150 a.C., al que no tendrá acceso el público. Junto a la estructura prehispánica, Luis Colotla, veterinario que visita seguido el lugar, se instaló para tomar fotos de aves: “Al presidente lo están criticando mucho, pero yo lo apoyo, las medidas que ha implementado son las correctas”.
Teotihuacan, sin ritual prehispánico
La situación no es diferente en Teotihuacan, Zona Arqueológica del Estado de México.
Raquel viajó desde Chicago sólo para asistir por primera vez a la ceremonia del equinoccio de primavera, pero ya no podrá participar en el ritual prehispánico porque el sitio estará cerrado sábado y domingo para evitar riesgos.
Raquel y Luis se unieron a un grupo de turistas provenientes de la República Checa, que tampoco podrán ingresar a la Zona Arqueológica el 20 y 21 de marzo para hacer un ritual alterno en el Centro Ceremonial Tolteca-Teotihuacan en San Sebastián Xolalpan.
Al restringir las autoridades culturales y arqueológicas el acceso este sábado y domingo, que por tradición es cuando más gente se concentra, estos turistas seguirán su camino a Cuernavaca.
Este jueves, antes del cierre por dos días de la segunda Zona Arqueológica más visitada del mundo, la afluencia de visitantes nacionales y extranjeros se redujo de manera considerable.
El circuito empedrado que rodea al área donde se encuentran las pirámides del Sol y de la Luna, las principales atracciones, lució poco transitado.
En años anteriores, previo al equinoccio de primavera, el sitio arqueológico registraba una gran afluencia. Sólo en la contingencia por la influenza H1N1 de 2009 ocurrió algo similar a lo que sucede actualmente en cuanto a la disminución de asistentes.
Hoy, la baja presencia de visitantes a esa región por la crisis del coronavirus ya afecta también la economía de los residentes que viven prácticamente del turismo.
“Estas medidas sí nos afectan en el nivel turístico, hemos tenido cancelaciones desde la semana pasada porque en Europa cancelaron vuelos, todos nuestros clientes tomaron la decisión de cancelar, no obstante que no se había tomado una medida drástica en México; todo lo que resta de marzo y abril tenemos cancelaciones al 100%”, dijo Ricardo Tonatiu, de la empresa Gorilas Tours.
La afección es general para todos los prestadores de servicios. “Esperemos que sea solo esta fase 1 de la cuarentena, esperemos que pasando el límite del 20 de abril ya todo llegue a la normalidad. Si no viene turismo no hay vuelo en globo, no se venden las artesanías, la comida prehispánica”, contó Amairani Vázquez, subgerente de la empresa de globos.