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Bogotá. —Hace casi medio siglo Elmo, Abelardo y Lucas Comegalletas aparecieron por primera vez en la televisión de EU en cápsulas de 30 segundos para apoyar la educación infantil. Hoy, los contenidos de Plaza Sésamo llegan a más 150 países y desarrolla más de 30 producciones regionales apoyadas en recursos como redes sociales, aplicaciones, video on demand, colaboración con otras marcas, parques temáticos y estrategias de publicidad y colaboración social para crear una fidelidad de marca.
Lewis Kofsky, vicepresidente de Sesame Workshop para América Latina, asegura que en 50 años, Plaza Sésamo ha diversificado sus plataformas, lo que permite la interacción con los usuarios.
En la conferencia “¿Plaza Sésamo: cómo mantenerse vigente”, dentro del Bogotá Audiovisual Market —que convoca a productores y talentos de este mercado en AL—, Kofsky habló de su experiencias.
—¿Cómo ha cambiado la audiencia y cómo se han adaptado a estos cambios?
—El mercado mediático a nivel preescolar tiene hoy a muchos jugadores: Netflix, Nickelodeon, Disney... Nuestra metodología es tener presencia en cualquier lugar donde haya niños, ya sea en la televisión, parques temáticos, aplicaciones, juguetes. Nuestro objetivo es seguir hablando con los padres. Ellos saben que pueden confiar en nuestros contenidos. Otro punto importante son nuestros programas de impacto social; llegamos a comunidades que necesitan nuestro apoyo, a países que viven traumas por desastres naturales o conflictos. Hemos ayudado con recursos a poblaciones que han sido desplazadas por motivos políticos. En este caso damos recursos que ayudan a la formación de los niños para la escuela, que fomenten su imaginación y los lleve a ser adultos exitosos.
—¿Cómo colaboran para fomentar la cultura de paz?
—Buscamos aliados con conocimientos del campo, infraestructura para controlar la logística. Y aportamos nuestro modelo probado. Hacemos investigaciones con ellos. Luego creamos productos mediáticos y aportamos recursos para apoyar intervenciones.
—En México, ¿cómo puede intervenir Plaza Sésamo?
—Trabajamos muy fuerte con varios aliados para llevar mensajes de comunidad, cooperación, cuidado y respeto mutuo. Estamos en el Museo de Memoria y Tolerancia. Ahí, los niños que nos visiten reciben un pasaporte para entrar a la Isla Panwapa, donde aprenden, a través de ejercicios en grupo, cómo comunicarse y respetar las diferencias. El niño sale luego de hora y media con un aprendizaje. Este ejercicio se llevó como programa piloto a favelas de Río de Janeiro.
—¿Las redes sociales están sustituyendo funciones de las televisoras públicas?
—Aún hay dos tercios de la población mundial sin acceso a Internet. Nunca dejaremos la radio y TV abierta, pero también debemos estar en las plataformas digitales.