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Ayer Paulina Lavista comenzó a escuchar el Réquiem de Mozart después de que supo de la muerte de Mario Lavista, su primo, mejor dicho su hermano, pues el compositor y el padre de la fotógrafa (Raúl Lavista) crearon un vínculo que la música mantuvo hasta el final. Esa pieza, contó en una conversación telefónica, era de las preferidas del compositor.
“Cuando Mario ya era músico se acercó a mi padre (el compositor Raúl Lavista) y desde que se acercó a mi padre nunca se separaron; Mario era como su hijo. No he perdido a un primo, he perdido a un hermano, a un gran compañero de mi padre. Lo adoraba el mundo entero. Fue un hombre muy fiel a su obra, a sus principios, un padre extraordinario, un hijo extraordinario; su mamá, mi tía, tiene 97 años (María Luisa Camacho); ha sido un terrible dolor para ella”, expresó la fotógrafa Paulina Lavista.
“Además de su importancia en la creación de la música nueva, Mario lo fue también en la creación dancística, seguramente por este binomio con Claudia (su hija). Pero también en el pensar de la música; él y Nacho Toscano fundaron la revista Pauta, que es una raya en el agua, que sigue vigente, y que es de los pocos espacios del pensamiento y la reflexión y difusión de la música. Y tuvo mucha incidencia en El Colegio Nacional, este ámbito del pensamiento es algo que hay que ponderar de él. Su música me parece de una intimidad poderosísima y provocadora. Era un ser muy amable, un hombre al que se le podía amar con facilidad. Su elegancia de trato se reflejaba en su música y en cómo impartía su conocimiento”, expresó el artista Claudio Valdés Kuri, director de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes.
“La música está de luto –expresó la secretaria de Cultura, Alejandra Frasuto–. Hoy se despide el maestro Mario Lavista, enorme figura del arte y maestro de generaciones. México y América Latina pierden a uno de los compositores más destacados del último siglo”.
El Instituto Nacional de Bellas y Literatura (INBAL) señaló que la obra de Lavista “permitió el reconocimiento de la música del siglo XX de México y del mundo”, y destacó su labor como docente y formador de varias generaciones en el Conservatorio Nacional de Música. La directora del INBAL, Lucina Jiménez, comentó: “Para Mario Lavista la música era un universo infinito por descubrir. Enorme músico, compositor, maestro generoso, divulgador de la música del siglo XX y XXI, cálido en su trato y claro en sus palabras”,
Iván López Reynoso, director titular de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, indicó que “la música en México ha perdido a uno de sus más grandes compositores. Nuestra música de conciertos es una antes y otra después de él”.
Por su parte, la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México lamentó su muerte y destacó que Mario Lavista “estaba convencido de que la música tiene el poder de llegar al mundo de los muertos y que éstos probablemente escuchan”.
A las condolencias por la muerte de Mario Lavista se sumaron el ensayista y traductor Hernán Bravo Varela, la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, la poeta Malva Flores, José Ramón Cossío Díaz, exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y miembro de El Colegio Nacional; así como el escritor Alaín Derbez y TVUNAM.
En Facebook, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes indicó: “Despedimos con gran tristeza al Maestro Mario Lavista: compositor, maestro, intelectual y, por encima de todo, gran persona. Nos deja un inmenso legado artístico que es y seguirá siendo un pilar de la cultura contemporánea de México y de Latinoamérica”.
El deceso de Mario Lavista fue lamentado también por el historiador Enrique Krauze, miembro de El Colegio Nacional, la cantante Jaramar Soto, y José Luis Castillo, director artístico de Cepromusic.
