El mismo día que se anunció a, trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) contactaron a la funcionaria en búsqueda de establecer un diálogo y para pedir se designe a un director del INAH con “experiencia y conocimientos”.

“Dadas las circunstancias que hemos padecido desde hace varios años, le solicitamos, de la manera más atenta y respetuosa que el perfil de la persona que designe al frente del INAH tenga la experiencia y los conocimientos necesarios para enfrentar las problemáticas y desafíos del INAH, que tenga la voluntad de gestionar las condiciones que permitan su adecuada operatividad”, se lee en el documento firmado por “Colectivo de trabajadoras y trabajadores del INAH #salvemos_al_inah”.

La otra petición del grupo es entablar un diálogo serio y respetuoso “para presentarle nuestros planteamientos e implementar soluciones bilaterales a las múltiples problemáticas que aquejan a nuestra institución”.

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En el documento, el grupo de trabajadores señala que el INAH es una institución de suma importancia para la custodia de la herencia cultural de México, por lo que “nuestro objetivo principal es que se comprenda y valore la importancia de nuestro Instituto para beneficio de la sociedad, así como su labor y personal”.

La carta tiene copia para Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa.

Claudia Curiel de Icaza apenas fue presentada el jueves pasado como parte del gabinete de Claudia Sheinbaum. En entrevista con EL UNIVERSAL, Bolfy Cottom, especialista en legislación de patrimonio cultural, dijo que ve en la llegada de Curiel de Icaza una esperanza para resolver la situación del Instituto, “pero hay que decir que ella enfrenta retos muy complejos que para nada tienen que ver con la situación de la CDMX”, apuntó que personal del INAH ya buscan entablar diálogo porque “El INAH ya no puede más” y esperan apertura por parte de la historiadora.

Cottom también dijo que Curiel de Icaza tendrá que lidiar con las consecuencias que deja la administración de Frausto y el director del INAH, Diego Prieto: “El problema principal de esta administración ha sido su trascendencia en la destrucción cultural y ambiental, y yo diría que las consecuencias sociales están por venir. El INAH está en uno de sus momentos más crudos y difíciles y hay que resolver. No dudo que ella nos llame a dialogar y resuelva las problemáticas, estamos en la disposición de aportar. (...) Si a ella le va bien, a nosotros nos va bien”, concluyó.

Con información de Cristopher Cabello

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