La petición de disculpas por los abusos de la Conquista que pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado la respuesta de diversas figuras públicas en ambos países.
Entre ellos destaca la del escritor Arturo Pérez-Reverte . “Si este individuo se cree de verdad lo que dice, es un imbécil. Si no se lo cree, es un sinvergüenza”, sentenció el miembro de la Real Academia Española (RAE).
Esta mañana el escritor utilizó el capítulo de su más reciente libro “Una historia de España” para “disculparse” . En el tuit, el escritor compartió “Esta es mi disculpa. Capítulo 20. Aquellos admirables animales”. En el texto, Pérez-Reverte habla sobre la Conquista, a la que llamó “el episodio más espectacular de nuestra historia”.
El autor de “La piel del tambor”, quien también es conocido por ser muy activo en sus redes sociales, volvió a redactar una serie de “disculpas”, en donde utiliza otro libro, esta vez se trata de “Ojos azules”.
Pérez- Reverte
compartió un audiorelato donde en 20 minutos se plasman los párrafos más esenciales de esta obra del escritor español.
“Ojos azules” recrea uno de los episodios más dramáticos de la conquista de México: la llamada Noche Triste.
La noche del 30 de junio de 1520 tuvo lugar en las afueras de Tenochtitlán el mayor desastre sufrido por las huestes de Hernán Cortés durante la conquista de México.
En su retirada, los soldados españoles, castigados por la lluvia, avanzando por los puentes y entre el barro, debieron elegir entre el botín o la vida; abandonar el lastre de oro y riquezas que tantos peligros, sudor y sangre había costado era su única posibilidad de escapar.
Sin embargo, no es fácil dejar atrás la esperanza de un futuro mejor. En "Ojos azules" , un soldado de mirada añil sueña con lo sucedido y por suceder, mientras combate y carga con el talego de oro en el que pesa todo su porvenir.
"Ojos azules"
refleja el horror de un baño de sangre que podría corresponder a cualquier otra batalla. Sin embargo, pese a que la obra pretende un ser un reflejo más universal que histórico, resulta ciertamente chocante que Pérez-Reverte no emplee un lenguaje propio del siglo XVI, sino que opte por poner en labios de su protagonista expresiones plenamente contemporáneas, que llamarán la atención del lector, especialmente si no está familiarizado con el habitual tono procaz del autor.
akc