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abida.ventura@eluniversal.com.mx
Por siglos, las misas del 2 de agosto en honor a la protectora del barrio se habían realizado en ese lugar que quedó en ruinas el pasado 24 de septiembre como efecto tardío del sismo del día 19. Ayer, la imagen de la Virgen permaneció ahí, sola, escondida entre tablas de madera y andamios que sostienen la cúpula colapsada de su templo. Pronto ese techo fragmentado será desmontado, según INAH.
Por primera vez en varios años, los feligreses y devotos de la Virgen no pudieron desfilar frente al muro de adobe sobre el que fue pintada en el siglo XVI. La algarabía que caracteriza a la fiesta del barrio también disminuyó. El repique de campanas y los cohetes que anunciaban la fiesta tampoco se escucharon.
“Es un acontecimiento triste. En otras épocas también ha sufrido contingencias importantes, ha estado oculta, pero no pensamos que nos volvería a tocar a nosotros”, comentaba a EL UNIVERSAL la tarde del miércoles Javier Aguilar, uno de los integrantes del comité organizador de la fiesta patronal.
Dentro del inmueble, un equipo del INAH trabajaba en la grabación del video que ayer permitió a los devotos ver a su Señora de los Ángeles en su altar. Junto a las pantallas, un óleo novohispano con la representación de la Virgen decoraba la mesa hecha altar. “Vamos a pedirle a la Virgen para que nos siga ayudando. En esta pantalla vemos cómo está allá adentrito”, expresaba un sacerdote en la misa de mediodía. Feligreses, algunos vestidos de danzantes, se asomaban a las pantallas para verla y persignarse.
Desmantelarán cúpula. Desde hace 15 días, la Secretaría de Cultura determinó que sea el INAH quien coordine los trabajos de rescate de los inmuebles dañados por el sismo en la Ciudad de México, tarea que tenía a cargo la dirección de Sitios y Monumentos. Según el arquitecto Arturo Balandrano, en las próximas semanas comenzarán trabajos en el inmueble para desmontar las secciones de la cúpula que aún quedan para evitar daños en los inmuebles colindantes, principalmente sobre la escuela primaria que ahora está en rehabilitación y que planea reanudar clases en agosto: “Vamos a desmontar la parte superior de la cúpula para que no haya colapso y que los niños puedan, sin riesgo, entrar a clase”.
Explicó que para esa operación instalarán andamios en ambos lados del edificio para adaptar una plataforma sobre la bóveda del templo y desmontarla cuidadosamente. “Hay una grieta, vamos a hacer una inyección para consolidar los elementos sueltos; para que cuando trabajemos esté estable”.
La cúpula estaba decorada por ocho coloridos vitrales. Tres se perdieron completamente, el resto fueron resguardados por del INAH. Todos serán restituidos. El proyecto definitivo de restauración está en proceso; ahora están conciliando los recursos con la aseguradora Banorte.
Según la leyenda, la imagen religiosa fue plasmada en ese muro de adobe a petición del cacique Izayoque, quien después de la inundación que asoló la capital en 1580 halló flotando sobre las aguas un lienzo con una imagen de la Virgen de la Asunción. Mandó construir ahí una pequeña capilla que en los siglos siguientes fue reconstruida varias veces debido a inundaciones y temblores que la dañaron. La Virgen, sin embargo, siempre ha quedado intacta, como con el sismo reciente. “Yo digo que fue un ángel el que la pintó porque ha habido temblores, derrumbes, inundaciones y no se borra”, decía el miércoles María Adela Corona, vecina devota.